“Mundo Paralelo” muestra el poder de la danza Inclusiva que rompe barreras y celebra la diversidad
En el marco del 20 aniversario del proyecto artístico-educativo, Danza para Grupos con Habilidades Mixtas, se presentará en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris
Karina CoronaEn un viaje de dos décadas, Leticia Peñaloza, fundadora y directora del Proyecto de Danza para Grupos con Habilidades Mixtas, ha sido testigo de una transformación profunda en la sociedad, en la concepción del arte y los derechos humanos. También ha presenciado cómo todo encaja como pequeñas piezas de un rompecabezas en constante evolución.
En ese sentido, Mundo Paralelo se vuelve algo más que una producción de danza, es una travesía por la transformación de espacios y de redescubrir conexiones humanas.
Se trata de una propuesta coreográfica que reúne danza, música y video con el objetivo de presentar el encuentro de universos diferenciados que coexisten, que expresan diferentes modos de ver, oír, pensar, sentir y participar; un espacio en el que “otros” enseñan a ver nuestro alrededor de manera diferente. Tendrá una única función el 21 de septiembre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.
“En este Mundo Paralelo vemos cómo conectar con realidades que sabemos que existen, pero no las conocemos. Creo que eso ha sido uno de los problemas fuertes de las personas con discapacidad, que la gente hace preconcepciones de cómo son o de no aceptarlas, es decir, se van creando barreras que en esta obra quedan abiertas y visibles, pues la gente somos capaces de conectarnos y relacionarnos con cualquier persona, independientemente de la diversidad”, explica Peñaloza a Reporte Índigo.
Uno de los principales objetivos de Mundo Paralelo es, a decir de su coreógrafa, que las y los espectadores se encuentren con realidades que, quizá, desconocían hasta ahora, o que puedan desafiar las suposiciones y prejuicios sobre las personas con discapacidad.
De esta forma, la obra dancística trasciende las artes escénicas y se convierte en un mensaje poderoso para todos los aspectos de la vida. Muestra que la verdadera inclusión no se trata de compasión o asistencialismo, sino de reconocer a cada individuo por su valía y contribución únicas.
“Las personas con discapacidad están más allá de la compasión. No quieren lástima y es un derecho. Lo que presentan es un trabajo como cualquiera, puede ganar y desarrollarse como cualquiera y espero que con Mundo Paralelo se muestre esta visión que trata de mostrar todas las posibilidades”, cuenta.
La pieza coreográfica
Mundo Paralelo se divide en tres capítulos: “El espacio, la arquitectura y la ceguera”; “La introspección, el silencio, la sordera” y “La alquimia de la fraternidad”.
Para la también coreógrafa “el mundo exterior”, que se puede ver en el primer capítulo en donde se conectan los sentidos, la percepción y la ubicación de las cosas.
“El personaje que lidera este mundo es una chica ciega entonces, la ceguera es otra forma de percibir el mundo y a través de su guía vemos cómo va sintiendo y desarrollando lo que va pasando en en el mundo exterior”, abunda.
El segundo es la introspección, o el mundo interno, en el cual se profundizará el sentir y el ser, ese mundo personal donde “lo importante es el silencio”. En esta parte de la pieza entran las y los actores sordos.
“Hacemos la reflexión o descubrimiento de pensamientos que confluyen, pero hacia el interior. Y el tercer mundo es de las relaciones humanas, y lo que pretende es analizar qué pasa si nos fusionamos y detonamos algo nuevo, siempre bajo el respeto y el descubrimiento de uno propio”, cuenta Leticia Peñaloza.
Desde la propia reflexión
Leticia Peñaloza comparte que el trabajo con la compañía Danza para Grupos con Habilidades Mixtas le ha enseñado sobre la importancia de la inclusión, perspectiva que ha evolucionado a lo largo de los años.
Al inicio de este trayecto, admite que no tenía ningún contacto con esta realidad. Sin embargo, al sumergirse en este mundo, Leticia encontró algo maravilloso, algo que la llevó a hacer muchas preguntas y a cuestionar sus propias experiencias.
“Cuando lo descubrí, me hizo cuestionarme muchas cosas. Se sabe que existen los ciegos, pero, por ejemplo, nunca había platicado con una persona con discapacidad visual. Por lo que, imagínate, si nos desconocemos entre nosotros es muy difícil apoyarnos.
“Creo que estas experiencias te detonan una inteligencia diferente, porque no todos somos iguales o cabemos en un molde. Estas diferencias nos enriquecen de muchas maneras, nos vuelven más empáticos, más sensibles ante este mundo. Si yo nunca he manejado una silla de ruedas, pues no entiendo la importancia de una rampa, entonces ya aprendo”, sostiene.
Llevar estas reflexiones a escena espera que permitan llevar a conversaciones más profundas, más allá de los escenarios, a ser más conscientes sobre el espacio o la forma en la que está concebida la Ciudad de México y sus calles.
“Un arquitecto que tenga eso en su conciencia, en su día a día, claro que lo va a integrar en su próxima obra arquitectónica. Pero para llegar a este punto, pienso que se debe de enseñar a ser inclusivos desde la escuela”, opina Leticia.
Sobre su trabajo en la compañía, Leticia señala que ha cambiado su forma de ver la danza. A su parecer, no se trata solo de incluir a personas con discapacidad, sino de abrazar la diversidad en todas sus formas.
“Ya no veo la danza sin inclusión y no necesariamente es con personas con discapacidad, sino con la diversidad. Entonces creo que esa ha sido la transición, el estar abierto a ver otras cosas que normalmente no veíamos en las artes escénicas.
“Siento que la danza se tiene que conectar con las personas; el arte debe de ir más que hacia la exclusividad, la élite, debe de ir a lo humano”, concluye Leticia Peñaloza.
El equipo:
La pieza se compone de 16 bailarines en escena
- Oliver Castillo: música original, diseño sonoro y video
- Aarón Mariscales Delgadillo: diseño de iluminación
- Fátima Cabrera: elaboración de vestuario