Mujeres: el enemigo de ISIS
Un fuerte vínculo se ha convertido en la pesadilla de los militantes del Estado Islámico (ISIS, en inglés): la relación madre-hija.
Se trata de miles de mujeres kurdas que, en paralelo con las Unidades de Protección Popular (YPG, en kurdo), conformada por hombres, combaten voluntariamente en las Unidades Femeninas de Defensa (YPJ) ante el avance de la ofensiva de la milicia yihadista de ISIS en la región kurda del norte de Siria, específicamente en la ciudad de Kobane, en la frontera con Turquía.
Eugenia RodríguezUn fuerte vínculo se ha convertido en la pesadilla de los militantes del Estado Islámico (ISIS, en inglés): la relación madre-hija.
Se trata de miles de mujeres kurdas que, en paralelo con las Unidades de Protección Popular (YPG, en kurdo), conformada por hombres, combaten voluntariamente en las Unidades Femeninas de Defensa (YPJ) ante el avance de la ofensiva de la milicia yihadista de ISIS en la región kurda del norte de Siria, específicamente en la ciudad de Kobane, en la frontera con Turquía.
Abastecidas con ametralladoras, lanzagranadas, rifles de asalto soviéticos conocidos como Kalashnikov y francotiradores, entre otras armas, las mujeres soldado luchan por mantener la ideología de igualdad de género y la soberanía de la nación kurda.
“Como mujeres defendemos y protegemos a nuestro pueblo”, dijo Hadiye Yusuf, copresidenta del mayor de los enclaves kurdos del norte de Siria, en un discurso durante una ceremonia conmemorativa de los combatientes caídos, reportó CNN.
“Llevamos armas para proteger nuestros hogares y para evitar volvernos esclavas de ISIS”, agregó.
Entre las guerreras kurdas que se han puesto en pie contra ISIS, figura un batallón que ha ingresado a las filas de las fuerzas armadas del Gobierno Regional del Kurdistán iraquí, conocidas como peshmergas, que se traduce del kurdo como “los que se enfrentan a la muerte”.
Compuestos en su mayoría por veteranos de guerra, la milicia peshmerga fue formada en los 80 para hacer frente a las fuerzas de Saddam Hussein y el conflicto bélico entre Irán e Irak (1980-1988). Pero fue hasta el actual combate contra los militantes de ISIS que los cientos de mujeres que conforman la unidad femenina de peshmergas se comenzaron a ver en el campo de batalla.
En octubre fue asesinada la primera fémina peshmerga, una joven de 26 años llamada Rangin Hamlawa, conocida en la base militar como “Mártir Rangin”, según reportó The Daily Beast.
“La idea era eliminar la diferencia entre hombres y mujeres en Kurdistán”, dijo al diario estadounidense Rangin, entonces miembro fundador de la unidad. “Queríamos tener lo que tienen las naciones civilizadas. Tener mujeres en las fuerzas armadas y al mismo tiempo luchar por los derechos de las mujeres”.
Rangin lo hizo junto a su madre, la luchadora veterana y teniente coronel Nasreen Hamlawa, a quien le tocó presenciar el momento en que el cuerpo de su hija fue acribillado dos meses atrás. Pero en lugar de acompañar a su hija al hospital y quedarse con ella en sus últimos días, Hamlawa eligió “quedarse con mis otras hijas” en la guerra.
“Me alegro de que mi hija murió por una causa”, expresó Hamlawa. “Es una causa, creencias que comparto, y ahora todo lo que quiero es regresar al campo de batalla para continuar con ese trabajo”.
Es el espíritu que comparte la fuerza de élite de mujeres kurdas que se disponen a moverse a las líneas del frente en la batalla contra ISIS.
“Cuando era niña, no creí que sería una miliciana. Pero me di cuenta de lo mucho que mi nación me necesita… y elegí este camino”, comentó a AFP Saria, una peshmerga de 18 años. “Es importante para nosotras encontrar nuestro lugar en la guerra al lado de los hombres”.
“Queremos unirnos a las fuerzas militares para enviar el mensaje de que no hay diferencias entre hombres y mujeres y para aumentar la concienciación de las mujeres”, dijo a la cadena de televisión Rudaw la coronel Nahida Ahmed Rashid, comandante de la unidad de mujeres combatientes kurdas iraquíes. “Nuestro regimiento recibe entrenamiento regularmente. Siempre estamos en estado de alerta”.
Mientras que Sakar Kamal, una joven que ronda los 20 y quien también forma parte de las tropas kurdas, dijo que tiene “un deber con mi familia y mi nación”.
Y la familia ofrece, a su vez, apoyo incondicional a todos los miembros del sexo femenino que desean sumarse a las fuerzas armadas, indicó Rashid a la BBC.
“Tengo una hija, de 10 años, y cuando ve los videos de los ataques de ISIS en Facebook e Internet, me dice: ‘por favor, mami, cuando te vayas a pelear en el frente, por favor llévame contigo’”.
Esclavas sexuales de los yihadistas
Mucho se habla acerca de las atrocidades que acompañan la ofensiva del grupo terrorista de ISIS, pero poco o nada se dice sobre las mujeres yazidíes que son forzadas a la esclavitud sexual por los yihadistas, uno de los motivos que llevan a las combatientes kurdas iraquíes a pisar el campo de batalla.
Al menos 5 mil mujeres y menores fueron secuestrados a principios de agosto de este año por los yihadistas aún siguen presas en Raqqa, la “capital” del grupo terrorista en Siria.
De acuerdo a un análisis de NPR, muchas de las mujeres que están regresando de cautiverio niegan que hayan sido víctimas de abuso sexual, al menos públicamente, contando historias sobre cómo lograron escapar de sus captores. Y si bien los activistas sí reconocen en privado que las mujeres están regresando embarazadas, es raro que alguien lo reconozca públicamente.
“La comunidad kurda es conservadora y dentro de ese círculo está la comunidad yazidí, y ésta es aún más conservadora”, dijo a NPR Khalida Khalid, asesor yazidí del vocero del Parlamento en la zona autónoma kurda en el norte de Irak.
A decir de Khalid, su preocupación gira en torno a lo que sucederá con las mujeres que regresan embarazadas, si sufrirán discriminación o violencia por parte de sus familias.
En Irak, además, los abortos son ilegales, por lo que las mujeres se ven obligadas a recurrir a abortos clandestinos. Por ello, en aras de proteger a las mujeres, el Parlamento kurdo está discutiendo leyes que legalicen los abortos de quienes hayan sido violadas por integrantes de ISIS, indicó Khalid.
“Es muy difícil tener hijos de terroristas. Las personas no aceptarán eso”.
Manual para el abuso
“Las vírgenes pueden ser violadas inmediatamente después de que son compradas”. Así lee un fragmento del manual compartido entre los combatientes de ISIS que explica a detalle qué hacer y que no hacer con los esclavos sexuales.
El documento, cuya copia fue obtenida por El Instituto de Investigación Mediática de Oriente Medio (MEMRI, en inglés), explica cuándo las mujeres pueden ser golpeadas, y cuándo las menores pueden ser violados, entre otras reglas.