Mujeres que alzan el vuelo
La obra coreográfica Transatlántico rinde un homenaje a las pilotos y sobrecargos; resalta su lucha por ganar espacios en la historia de la aviación a través del empoderamiento femenino
José Pablo EspíndolaEl oficio del aire es una profesión inspiradora, fascinante y osada, donde a fuerza de valentía, con empoderamiento y pasión, las mujeres se han hecho de un espacio en la historia de la aviación.
Mujeres sobresalientes que a lo largo de los años, han luchado por ser la diferencia, por superar barreras sociales y marcar un antes y un después en el mundo aeronáutico, demostrando sin lugar a duda que, en el aire, no hay lugar para la diferencia de sexos.
Eso inspiró a la compañía Ensamble Al Mosharabía para crear Transatlántico, la segunda parte de la obra Damas del Aire, estrenada en 2016.
“Es una obra coreográfica que nos trae la reflexión acerca de la condición femenina, de su empoderamiento. Habla sobre un vuelo de continente a continente tripulado completamente por mujeres. Describe, a través de la danza, diferentes estados, diferentes geografías humanas femeninas que se desarrollan durante el montaje”, explica Lila Zellet Elías, directora coreográfica.
Los personajes representan mujeres activas y asertivas ante las distintas realidades que plantea un viaje intercontinental. Transatlántico conduce la danza étnica hacia la exploración de nuevos contextos de la escena contemporánea. Demuestra su capacidad de mantener la tradición coreográfica, pero con un potencial actual.
La trama sucede en espacios liminales, es decir, el aeropuerto, el interior de un avión, sus salas de espera y de tránsito; escenarios que se caracterizan por habitar la fase intermedia de un tiempo-espacio, donde la experiencia humana ocurre en la fisura, en el resquicio de dos mundos
Su lenguaje escénico es la danza morisca, resultado de la investigación coreográfica de Zellet Elías dentro del periodo del Sistema Nacional de Creadores de Arte 2016-19, en la cual concilia a los antepasados de México, España y el Mundo Árabe y reestablece la raíz arabo-andálusi de la Cultura Mexicana.
“Queremos que la gente que venga a vernos se lleve además de un goce estético, queremos que se lleve a casa la reflexión en torno a nuestra propia conducta de viaje, aquello que sucede en estos espacios liminales, espacios de transición, donde nuestra identidad se transforma y se trastoca. Transatlántico es una obra que se dirige a un público pensante del México contemporáneo”, señala la directora y bailarina solista del montaje.
Transatlántico se presentará en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo, del Centro Cultural del Bosque, del jueves 23 al domingo 26 de agosto.
