Según la BBC, alrededor de 100 personas en Estados Unidos mueren cada invierno a causa de ataques cardiacos por palear las espesas capas de nieve.
De hecho, al menos dos personas han muerto por esta razón en Búfalo, Nueva York, donde de acuerdo a las autoridades, en tres días se ha acumulado más nieve de lo que se registra en un año típico. Incluso se espera que las nevadas de esta localidad aumenten 90 centímetros más.
El diario británico mencionado alude al trabajo de investigación del cardiólogo Barry Franklin, experto de los efectos peligrosos de palear nieve, que ha arrojado evidencia de que, en hombres jóvenes, el ritmo cardiaco y la presión arterial aumentan más que cuando se ejercitan en una banda de correr.
“Combina esto con el aire frío, que causa que las arterias se constriñan y disminuye el suministro de sangre, tienes la tormenta perfecta para un ataque cardíaco”, expresó Franklin, quien considera “que perdemos cientos de personas cada año (en Estados Unidos) a causa de (lesiones cardiacas asociadas con) esta actividad”.
Otro detalle: las personas suelen palear nieve durante las primeras horas de la mañana, periodo en el que se ha documentado ampliamente que el organismo está más vulnerable a sufrir infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares, en respuesta a ciertos factores fisiológicos que responden a los cambios en la actividad de los ritmos circadianos.
El especialista incluso recomienda a las personas mayores de 55 años que se abstengan de esta extenuante actividad.
Además de quienes fuman y presentan sobrepeso, “las personas que corren mayor riesgo (de sufrir un ataque cardíaco por palear nieve) son aquellas que suelen ser sedentarias con o que se sospeche que sufran alguna enfermedad coronaria conocida, que salen una vez al año para limpiar la nieve”.
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