Muere Talina Fernández, “La Dama del Buen Decir” y figura clave de la televisión mexicana

Talina Fernández, “La Dama del Buen Decir” y una de las figuras más importantes de la televisión mexicana, murió a los 78 años de edad.

Fue la tarde de este miércoles 28 de junio cuando la prensa de espectáculos comenzó a reportar que la conductora se encontraba hospitalizada en terapia intensiva y su estado de salud era delicado.

¿De qué murió Talina Fernández?

En su programa De Primera Mano, el periodista Gustavo Adolfo Infante había informado que Talina experimentaba sus últimos momentos de vida debido a la leucemia.

Su hijo, Jorge “Coco” Levy confirmó la noticia y señaló que su madre fue diagnosticada con leucemia terminal hace muy poco, por lo que los médicos les informaron que le quedaba muy poco tiempo de vida.

La leucemia es un tipo de cáncer que afecta a las células sanguíneas y la médula ósea. Se caracteriza por la producción excesiva de glóbulos blancos anormales, lo que interfiere con la producción de glóbulos rojos y plaquetas saludables.

“Hace un mes que se sintió débil, resultó que era leucemia y la hicieron llegar al hospital los dolores hace 5 días; llegó al final“, contó su hijo.

Esto puede llevar a síntomas como fatiga, debilidad, infecciones frecuentes y sangrado excesivo, los cuales aumentan de intensidad hasta causar la muerte de la persona afectada.

¿Quién fue “La Dama del Buen Decir”?

Talina Fernández, cuyo nombre completo es Catalina María del Sagrado Corazón Fernández-Veró Vela, nació el 2 de agosto de 1944 en la Ciudad de México; falleció a la edad de 78 años.

El peculiar apodo de “Talina” surgió cuando uno de sus primos visitó el hospital durante su nacimiento y tuvo dificultades para pronunciar su nombre, Catalina. Desde ese momento, familiares y amigos la conocen como Talina, que a la larga se convertiría en su nombre artístico.

Realizó sus estudios en el Colegio Alemán Alexander von Humboldt de México y luego continuó su educación en un internado en Illinois, Estados Unidos, donde coincidió con Lolita Ayala, quien también se convertiría en una destacada personalidad de la televisión mexicana. Talina tiene fluidez en inglés, francés y alemán.

Al regresar a México, decidió estudiar Enfermería en el Instituto Nacional de Cardiología, aunque no llegó a completar sus estudios debido a su primer matrimonio.

Talina Fernández fue descubierta por el actor y conductor Raúl Astor en una agencia de publicidad, lo cual la llevó a formar parte del elenco del programa de variedades “La cosquilla” en 1970.

Su versatilidad como presentadora la llevó a trabajar en el Canal 8, donde condujo varios programas, incluyendo noticieros y programas deportivos. Talina fue una de las precursoras en la fusión entre el Canal 8 y Telesistema Mexicano, que dio origen a la cadena Televisa en 1973.

Además de su labor como presentadora, Talina incursionó en la actuación, participando en la telenovela “Las gemelas” en 1972. En 1977, produjo y condujo el exitoso programa de concursos “Caras y gestos”, y se ganó el reconocimiento por su elegante forma de expresarse, lo que le valió el apodo de la “dama del buen decir”.

Es sumamente recordada la cobertura periodística que hizo Talina Fernández en 1994 del asesinato del candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, pues la presentadora estuvo reportando desde el hospital de Tijuana donde declararon muerto al priista,

¿Quiénes son los hijos de Talina?

Talina ha participado en diversos programas de televisión, desde programas nocturnos hasta transmisiones de premios y certámenes de belleza. También ha incursionado en el teatro y la producción cinematográfica.

En su vida personal, Talina ha contraído matrimonio en tres ocasiones y es madre de tres hijos: Mariana, Juan Jorge “Coco” y Patricio. Lamentablemente, su hija Mariana, quien también incursionó en el mundo del espectáculo, falleció en 2005 a causa de un paro cardíaco.

Además, Talina Fernández colaboró durante aproximadamente un año con este medio de comunicación, donde condujo exitosamente el programa Blah, blah, blah.