Felipe Ehrenberg, el artista mexicano imposible de encasillar, falleció este lunes a los 73 años de edad en Cuernavaca, informó la secretaria de Cultura, María Cristina García, quien lamentó el fallecimiento del artista plástico.
Ehrenberg fue pionero de la técnica neográfica, de la mimeografía, el mail art y el performance, por lo que siempre fue complicado de definir. Quizá el término más correcto para denominarlo sea el de neólogo, según lo definió su amigo Fernando del Paso.
Nacido en la Ciudad de México en 1943, Ehrenberg también se desempeñó como artista, editor, ensayista, profesor y activista, pero principalmente su carrera es reconocida por ser un innovador en medios visuales no ortodoxos.
El artista plástico fue alumno de artistas tan importantes como el muralista José Chávez Morado, el pintor y escultor Feliciano Béjar y el artista Mathías Goeritz, quienes influyeron profundamente en su carrera artística.
En la década de los 60, Ehrenberg realiza sus primera exposiciones en México y el extranjero, sin embargo decide abandonar el país tras la matanza de 1960, por lo que se refugia en Reino Unido, desde donde continúa con su trabajo.
El mexicano fue fundador de los colectivos artísticos Beau Geste Press y Poligonal Workshop, con los que apoya el arte experimental y el neodadaismo, hasta 1974 cuando regresa la Ciudad de México.
Como académico impartió clases en la Universidad Veracruzana y en el Art Institute de Chicago. Mientras que su carrera política la hizo con el Partido Socialista Unificado de México, partido que lo postuló en diferentes ocasiones sin mucho éxito durante los años 80.
En años recientes, Ehrenberg inauguró en 2008 la exposición Manchuria, una primera retrospectiva de su obra, la cual se instaló en la capital del país, luego fue trasladada a Los Angeles y Sao Paulo, para finalmente regresar a la Ciudad de México.