Muere Bobi, el perro más longevo del mundo, en Portugal; tenía 31 años con 165 días

Si piensas en la edad de un perrito viejo, quizás vengan a tu mente 15 años; no obstante, Bobi superó a todos los “lomitos” y tuvo la oportunidad de llevar una vida sumamente larga, logrando coronarse como el más longevo, pues vivió 31 años con 165 días.

A pesar de ello, el amado can falleció el pasado 21 de octubre en un hospital veterinario ubicado en Portugal. Hasta ahora se conoce que Bobi murió por causas naturales y su deceso fue confirmado por su doctora.

Karen Becker, veterinaria que atendió al perrito, hizo una emotiva publicación en su cuenta de Facebook en donde aseguró que siempre se necesitará más tiempo con las mascotas, incluso si éstas viven por muchos años.

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“A pesar de haber sobrevivido a todos los perros de la historia, sus 11 mil 478 días en la tierra nunca serían suficientes para quienes lo amaban. Buena suerte, Bobi, le has enseñado al mundo todo lo que debías enseñar”, escribió la veterinaria.

Por su parte, el Guinness World Records también lamentó el deceso del perrito, ya que el pasado 3 de febrero fue reconocido como el más longevo de todo el mundo y hace muy poco había celebrado su cumpleaños número 31.

Incluso, a su festejo acudieron más de 100 personas, entre ellas sus seres queridos, ya que el “lomito” contaba con fans en todo el mundo; por lo cual su pérdida ha llenado de tristeza a muchas personas.

Bobi es “el último de una larga generación de animales” en la familia, aseguró su dueño Leonel Costa, quien adoptó al cachorro cuando él aún era un niño. El perrito nació un 11 de mayo de 1992.

La fascinante historia de Bobi; ¿cómo vivió tanto?

No cabe duda que la historia de Bobi es muy especial, ya que cuando apenas era un cachorro recién nacido estuvo a punto de morir, según explicó Leonel, el mejor amigo del perrito, para el Guinness World Records.

El “lomito” fue parte de una camada de cuatro cachorros; sin embargo, debido a que en la casa ya había muchos animales, los padres de Leonel decidieron no quedarse con ninguno de los perritos recién nacidos.

“Lamentablemente en esa época era considerado normal por las personas mayores […] enterrar a los animales en un hoyo para que no sobrevivieran”, comentó Leonel para el Guinness World Records.

A pesar de ello, Bobi se escondió en un montón de madera almacenada, nadie se percató de esta situación y por este motivo no murió. Más tarde, Leonel y sus hermanos lo descubrieron y se encargaron de sus cuidados.

Todo ello sin contarles a sus padres, cuando éstos se enteraron ya era demasiado tarde para hacerle algo a Bobi: “Gritaron mucho y nos castigaron, ¡pero valió la pena y por una buena razón!”, recordó Leonel.

Bobi, quien era un perro de raza Rafeiro do Alentejo, autóctona de Portugal, pasó a ser parte de la familia, quienes han vivido en el pueblo de Conqueiros. En este lugar pudo llevar una vida llena de paz, amor y felicidad.

El lomito disfrutaba de la naturaleza que rodeaba su hogar, jamás estuvo atado o encadenado; fue un perrito libre. A pesar de ello, con la edad, Bobi fue perdiendo la movilidad, por lo que pasaba sus días en el patio en compañía de sus amigos felinos.

Sobre el secreto de su longevidad, Leonel está convencido de que todo fue gracias a una “buena nutrición, contacto constante con la naturaleza, libertad para descubrir su entorno, atención veterinaria constante y amor”.

Antes de romper el récord, se confirmó que Bobi fue registrado en 1992 en el Serviço Medico-Veterinário do Município de Leiria; su edad también fue verificada por SIAC, una base de datos de mascotas autorizada por el gobierno portugués.

A pesar de la triste noticia, actualmente, Bobi sigue siendo el perro más longevo del mundo, ya que logró superar los 23 años de Spike, un chihuahua; así como los 29 años y 5 meses de Bluey, un pastor australiano.