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No, no es pornografía. Ni siquiera se le acerca.
Desde el lanzamiento del trailer de la película “50 sombras de Grey”, mucho ruido se ha generado respecto a la carga sexual de la adaptación cinematográfica de la saga erótica de la escritora británica Erika Leonard James (E.J James), que ha vendido más de 100 millones de copias a nivel global, y que hoy llega a las salas de cine.
Como si las escenas eróticas y las prácticas sadomasoquistas fueran algo nunca antes visto en la cultura popular, grupos de activistas se apresuraron a boicotear el filme protagonizado por Jamie Dornan y Dakota Johnson, dado “su potencial para exaltar el acoso y el comportamiento abusivo”.
Incluso Joel Hesch, profesor de leyes y fundador del centro cristiano para “ayudar a los hombres que luchan con la pornografía y conductas sexualmente adictivas”, Proven Men Ministries, se atrevió a advertir que ver “50 sombras de Grey” podría traer consigo una adicción al sexo.
“Al igual que el consumo de drogas o alcohol, lo que comienza como un acto aparentemente inocente o divertido rápidamente se sale fuera de control”, dijo Hesch en un comunicado. “Si no se controla, consumirá tu tiempo, energía y recursos”.
Y agregó: “esta película tiene que ver con vivir una fantasía sexual salvaje en combinación con escenas pornográficas gráficas. Esa es una receta tanto para la adicción sexual como los amoríos”.
“Escenas pornográficas gráficas” en una película que ni siquiera incluye un desnudo frontal. Lo adelantó recientemente a la revista Variety la propia directora del filme, Sam Taylor-Johnson: “se verán detalles, un poco de carne, dedos, piel, ojos y miradas. Se verán cosas, pero no será nada especialmente gráfico”.
Hasta la película del director danés Lars von Trier, “Nymphomaniac Vol 1.” (2013), ejemplo por excelencia del cine explícito, plagada de desnudos frontales, tríos, sexo oral –y real–, “no es pornografía”, señala la revista Rolling Stone.
“Más bien, es la última de una larga lista de películas que han empujado los límites en términos de lo que puede mostrarse en las películas mainstream sin considerarse el tipo de cinta que requiere que des tu tarjeta de crédito a un sitio Web para poder ver”, agrega.
Fue la misma Taylor-Johnson quien aseguró que “el misterio desaparecería” si las escenas del acto sexual entre el seductor y controlador Christian Grey y la tímida Anastasia se vieran de forma explícita.
“’50 sombras de Grey’ es ante todo una historia de amor romántico, y el sexo es solo una parte de ello”, dijo a Variety la escritora E.J James, quien dio su visto bueno a la adaptación cinematográfica de su novela erótica.
“Las personas que no han leído los libros pueden sorprenderse de que no haya más sexo en la pantalla, pero eso es porque se han basado en reportes de los medios sobre ‘Cincuenta sombras’, que han tendido a errar por el lado sensacionalista. Estoy bastante segura de que los millones de fans que han leído la trilogía piensan que hay suficiente sexo”.
Al menos para el autor de “Carrie” y “El resplandor”, Stephen King, la trilogía literaria de E.J James, que de hecho ha sido etiquetada como “porno para señoras”, “en realidad no es porno para mamás”, dijo a The Guardian en 2013.
“Es una ficción altamente cargada e impulsada sexualmente para mujeres que están, digamos, entre los 18 y los 25”, agregó el escritor de horror quien leyó “50 sombras de Grey” y no sintió la urgencia de seguir”, expresó.
En México, la cinta obtuvo una clasificación C por parte de la Secretaría de Gobernación, por lo que es apta para adultos de 18 años en adelante. Y en Estados Unidos, “50 sombras…” obtuvo una clasificación R, que permite la entrada a menores de 17 años acompañados de un adulto.
Un porno ‘suave’
Quizá las expectativas de la audiencia y los medios respecto al contenido erótico de “50 sombras de Grey” fueron muy altas.
Porque, de nuevo, la adaptación en cine del fenómeno literario que ha arrasado en la venta anticipada de entradas está lejos de considerarse pornografía.
Como advirtió en USA Today la crítica de cine Claudia Puig: “aquellos que buscan sexo caliente y pervertido se sentirán decepcionados. Menos de 15 de los 125 minutos de la película tienen escenas de sexo. (…).. Tal vez lo peor de todo, la química es nula entre Dornan y Johnson”.
Es más el ruido mediático generado que lo que la cinta de Taylor-Johnson verdaderamente es: un producto de mercadotecnia tan bien vendido, que los fabricantes de juguetes sexuales en Estados Unidos están haciendo su agosto.
Basta con leer las críticas en reconocidos diarios. “(…) solo el más mojigato será escandalizado”, escribió en The Guardian Jordan Hoffman.
La adaptación del best seller erótico es “cursi” y “nunca pretende ser otra cosa de lo que realmente es: porno blando (o suave) para las señoritas, diluido con una clasificación R”, dijo Sara Stewart en New York Post.
Para Justin Chang, uno de los críticos de Variety, la cinta “(…) es ante todo un ejercicio muy cuidadoso que gestiona la excitación mucho mejor que otras películas para adultos. Sin embargo, la provocación es demasiado leve para estos tiempos saturados de porno”.
Un simple romance
De acuerdo con Associated Press, niños con apenas 12 años de edad podrán ver a Jamie Dornan y Dakota Johnson en plena acción.
Jean-François Mary, presidente de la Comisión francesa de Calificación de Películas, considera que la erótica cinta “no es una película que pueda conmocionar a muchas personas”.
“Es realmente un romance, incluso podríamos llamarlo un Bleuette –un cuento sentimental”, dijo Mary a Variety.
Según reportó Premiere Magazine, Mary aseguró que la directora de esta cinta “manejó las escenas de sexo de manera muy hábil y las limitó al mínimo indispensable. Es más el tema en sí, esta relación SM (sadomasoquista), que nos empujó a restringir la película para el público menor de 12 años”.
Sadomasoquismo ‘a la Grey’
Christian Grey y Anastasia Steele apenas llegarán a la pantalla grande y las fabricantes de accesorios y juguetes sexuales en Estados Unidos gozan de un boom de ventas en productos relacionados con el BDSM, que van desde antifaces, esposas y látigos hasta todo una línea de productos de la marca “50 Shades of Grey” –encontrada en Target–, que incluye vendas para los ojos y anillos vibradores de silicón.
El mismo fenómeno se vivió tras la publicación de la novela, en 2011.
Sara Tomchesson, directora de desarrollo de negocio de la tienda de juguetes sexuales “Pleasure Chest”, en Los Ángeles, dijo a la BBC que desde enero han registrado un aumento en las ventas dado “a la promoción que ha tenido la película”.
Al local acuden “muchas parejas interesadas en explorar fantasías como las que aparecen en el libro”.
Y en México también ya se advirtió a las ferreterías que sus ventas podrían aumentar tras el estreno de la película.
Trailer hecho con Lego