Montan “la obra maldita” de William Shakespeare

Ante cualquier pronóstico, dos actores intentarán completar una representación de Macbeth, el clásico de William Shakespeare; sin embargo, una poderosa maldición intentará impedírselos, lo que resultará muy divertido para todo el público.

De eso trata la obra de teatro MABEL, una tragicomedia escocesa, con las actuaciones de Adriana Montes de Oca y Angélica Bauter, quienes alternan, y Santiago Zenteno, en el Foro Lucerna los miércoles, a las 20:00 horas, durante todo marzo.

La obra fue escrita por el dramaturgo argentino Emiliano Dionisi y la conoció Zenteno durante la pandemia, en su misión por descubrir nuevas historias y sobrellevar la crisis sanitaria que azotaba al mundo.

“En cuanto leí el texto, la verdad es que yo soy de risa un poco difícil, me sacó una que otra carcajada y dije, ‘creo que este del texto que quiero montar y con el cual quiero regresar al teatro después de la pandemia’, porque pues es una adaptación de un clásico, de una gran tragedia, la tragedia por excelencia de William Shakespeare, pero convertido un poco a tragicomedia, así que qué mejor manera de acercar a la gente a un clásico que a través de la risa”, explica Santiago.

Así que se dio a la labor de levantar el proyecto junto con Angélica Bauter y Mariana León, fueron cerca de tres años de estar trabajando, preparándolo y llevándolo hasta escena.

Se parte de la historia

En MABEL, una tragicomedia escocesa hay dos actores que llevan seis años formando parte de una compañía y a lo largo de ese tiempo han sido afectados por una supuesta maldición que tiene la obra desde que se estrenó en 1606.

Al principio no lo quieren creer, pero poco a poco van pasando más y más cosas que los hacen dudar y, al final, de la compañía tan grande que era van quedando menos y menos y menos, hasta que solo ellos dos están en escena.

“Algunos se mueren, otros se enferman y otros renuncian y ellos son los últimos dos sobrevivientes de esta compañía y han tenido muy mala suerte en su vida laboral, por lo que creen que si logran terminar la obra, aunque sea una sola vez, van a poder romper con la maldición”, cuenta Zenteno.

Los actores deciden juntarse para contar la historia hasta el final y cambiarle el nombre al protagonista, porque supuestamente ahí reside la maldición. Los intérpretes sortearán una serie de problemas técnicos que le dan el toque perfecto de comedia a la historia.

“Creo que el director que es Alonso Íñiguez lo tuvo muy claro desde el principio, el objetivo era verdaderamente contar la historia y poner la historia encima de todo el caos que pudiera haber y que no fueran accidentes tras accidentes de manera gratuita. Ya la verán, hay mucho caos en la escena, pero todo el caos está controlado”, explica Santiago.

Para lograr todo eso, los actores se sometieron a horas y horas de ensayo, porque es una obra que necesita mucha precisión por la cantidad de objetos que hay en escena para que la historia fluya.

“Hay muchos efectos especiales en la obra y hay muchos detalles que, aunque parezcan o no, los tuvimos que ensayar mucho para que pudiera haber un orden dentro del caos, valga la redundancia, pero es la única manera de poder hacer este tipo de teatro, la verdad”, confiesa.

Santiago Zenteno comparte que termina drenado al finalizar la obra, casi sin poder respirar, por el esfuerzo físico que se requiere.

“Es una obra que mientras estábamos ensayando teníamos un cansancio acumulado los actores, pero de que de verdad no nos podíamos levantar de la cama y nos dormíamos súper temprano y no se nos quitaba el cansancio y no sabíamos por qué era.

“Adriana Montes de Oca, Angélica Bauter y yo tenemos bastante entrenamiento en teatro físico y corporalmente hablando, pero es una obra que requiere de muchísima demanda física y emocional. Entonces, específicamente yo hablando por mí, de verdad, termino casi sin poder respirar y si de pronto en alguna función se me ocurre improvisar y hacer dos gritos de más me arrepiento en los últimos dos diálogos, porque apenas y los puedo decir”, argumenta.

Sinopsis de Macbeth

La obra original de William Shakespeare cuenta una historia de crimen y castigo con elementos  de brujería y sobrenaturales. Amparado en las engañosas profecías de las Hermanas Fatídicas, diosas del destino, Macbeth decide asesinar a su rey y tomar la corona.

Consciente del horror al que se entrega, forja su terrible destino y se deja poseer por el mal que nace del ansia de poder, creyéndose invencible y eterno. Esta obra tenebrosa e inquietante, de acción vertiginosa, es también profundamente introspectiva.