Monica Lewinsky intenta que su caso encaje en el movimiento #MeToo

En un artículo publicado por la revista Vanity Fair Lewinsky afirma que a pesar de que en su caso no se presentó violencia sexual, sí hubo un gran abuso de poder
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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“Cause everyone knows that Monica glows at night, she’ll do something wrong and prove to you she is right” reza la letra de la canción Monica en la que The Kinks cantaban acerca de una femme fatale que probaba siempre tener la razón, con la misma convicción con la que Monica Lewinsky intenta convencer al mundo de que su relación consensuada con Bill Clinton de alguna forma encaja en el movimiento #MeToo que denuncia el acoso y violencia sexual ejercida hacia las mujeres en Hollywood. 

La ex pasante de la Casa Blanca que sostuvo una relación amorosa con el expresidente Bill Clinton, durante el primer período de gobierno del mandatario, aseguró que si bien su caso no había sido de acoso sexual, sí presentaba un “increíble abuso de autoridad y de poder” del que hasta ahora se había dado cuenta gracias al movimiento feminista que lucha para erradicar la violencia sexual, según lo expresado por Lewinsky en un artículo publicado por la revista Vanity Fair en su edición de marzo. 

De acuerdo a Monica Lewinsky a pesar de no haber sido víctima de ningún tipo de violencia sexual en la relación que mantuvo con Clinton, y que conllevó a un fallido proceso de destitución para el mandatario, fue víctima de abuso de poder cuando a los 24 años se le sometió a escrutinio público del mundo “Públicamente sola. Abandonada. Sin apoyos, ni mucho menos el de la figura principal (Clinton)”. 

En múltiples ocasiones a lo largo del texto Lewinsky reflexiona sobre como ha re interpretado el consentimiento que otorgó para iniciar una relación sentimental con Clinton, como esa aprobación pudo estar influenciado por la figura de poder que representaba el mandatario para ella así como de lo “irrelevante” que podría ser el consentimiento en dichas circunstancias. 

“Ahora, a los 44 años, estoy comenzando (solo comenzando) a considerar las implicaciones de la diferencia de poder que era tan inmensa entre un presidente y una pasante de la Casa Blanca… Estoy comenzando a considerar la noción de que bajo tales circunstancias la idea de consentimiento bien podría ser irrelevante. (Aunque el desequilibrio de poder _y la capacidad para abusar de él _ sí existe, incluso cuando la relación sexual ha sido con consentimiento)”

En el artículo Lewinsky señala su admiración por quienes se han unido al movimiento #MeToo con sus denuncias contra hombres que abusan de su poder para hostigar sexualmente a las mujeres “Tenemos una enorme deuda de gratitud con las heroínas de #MeToo y Time’s Up. Porque sus movimientos lo dicen todo sobre las perniciosas conspiraciones del silencio que durante tanto tiempo han protegido a los hombres poderosos cuando de abusos de poder, acoso y abusos sexuales se trata” 

El hecho de que Monica Lewinsky intente hacer lo imposible por demostrar que su caso, uno en el que mintió ante una corte federal al negar una relación sentimental, en la cual siempre admitió haber otorgado su consentimiento, encaje en el movimiento #MeToo podría afectar la credibilidad de la lucha feminista que justamente le da voz a quienes no otorgaron su consentimiento y fueron víctimas de hostigamiento sexual. 

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