La brecha entre la pobreza y la riqueza en México se mide a menos de un metro de distancia, basta darse una vuelta al Estado de México, donde en Naucalpan y Huixquilucan, el campo de golf y el fraccionamiento Bosque Real Country Club están divididos por un muro de su colonia vecina, La Mancha, en la que es claro el reflejo de una fabela, al estilo brasileño.
Esta realidad del país es ignorada por completo en la producción Made in Mexico, en la que prefieren voltear a ver a una sociedad cerrada y marcada por la opulencia, en donde los mirreyes son la ley y se busca un estándar de belleza internacional que está totalmente fuera de proporción con relación al mestizaje nacional.
“Ya vi 2 episodios de #MadeInMexico de #Netflix. Es una mezcla entre “Las Niñas Bien” de Guadalupe Loaeza (@gloaeza), “El Mirreynato” de Ricardo Raphael (@ricardomraphael), ‘Real World’ de #MTV y las fiestas en #LuisMiguelLaSerie. Gustará y será muy criticado. Es un México de los del piso 10. Le auguro éxito”, así lo define Carlos Quiñones, en Twitter.
Espanglish, acento cubano por parte de la entrevistadora y frases inverosímiles forman los primeros minutos del reality, en el que además, los participantes aseguran que “ésta es la realidad del país”, donde dominan 53.4 millones de pobres, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.
“Netflix es una productora que vive del Internet, le importa mucho que los contenidos que produce sean virales, entonces tiene un incentivo para hacer contenido que polariza, sea para bien o para mal”, comenta Ophelia Pastrana, en entrevista con Reporte Índigo.
Una realidad a medias
En Made in Mexico todo es una pose, un chiste y una parodia de esta élite que se percibe intocable, pero además su producción no se siente como la de un reality show normal, parece demasiado fabricado y estilizado.
“A nivel de producción está espectacularmente bien hecho, La serie fue producida por Love Productions USA, cuenta con ocho episodios y es protagonizada por nueve socialités mexicanos a nivel de contenido creo que la idea es inocente, que es el clásico problema de la persona pudiente, están abstraídos de la realidad en su inocencia. Ellos quieren presentar una realidad de México que no ven mucho en los contenidos, que es la realidad de su vida pudiente”, agrega Pastrana, quien es influencer en redes sociales y YouTube.
El ego de quienes aparecen a cuadro los lleva a hablar en tercera persona, constantemente las conversaciones se dan en inglés (cuando esto es totalmente innecesario), además se reconocen como “fresas” y saben que su círculo es cerrado.
Pastrana da su voto de confianza a la serie de Netflix y personalmente sí apoya este reality que está causando escozor en México.
“Agradezco que exista, porque me demostró algo que ya sabía, pero que verlo en un reality —aunque es completamente guionizado— hasta me da un poco de desespero y tristeza por las situaciones”, indica la tuitera.
El consumo del odio
Con las recientes producciones que están llegando a Netflix parecería que sus contenidos están cayendo a la deriva, sobre todo por las críticas encontradas que reciben en Internet. Pero Pastrana justifica que esto tienen un nombre, el hate watching (Observación de odio, en español) y esto reside en consumir algo aunque no se quiera.
“Es el acto de consumir algo aunque lo odies con todo tu corazón ¿Por qué hay hate watching? Porque quieres saber qué dicen, quieres tener tu propia opinión, que me parece sano, me parece muy sano que la gente entienda que hay hate, odia el concepto, pero igual se dé chance de consumirlo para ver si es verdad y se forme su propia opinión”, precisa Pastrana.
Este reality está en boga aunque sea por sus malas críticas, pero está siendo visto, porque demuestra una realidad que existe y había sido ignorada, por este lado la influencer resalta que lo que se está mercadeando es a una sociedad y se está volviendo una manufactura más.
“Evidentemente es un tema de resaltar a la clase y usar la clase como producto, tanto para arriba como para abajo (…) igual la gente consume eso porque quiere un descanso de su vida, yo creo que es más bien un reflejo de las cosas que pasan afuera de la pantalla, que acabamos consumiendo estos contenidos para decir ‘desconéctame’”, insiste.
Twitter inconforme
Diversos críticos, y cuentas oficiales han externado que Made in Mexico no es un reflejo de lo que pasa en el país, además de que hay una clara preferencia hacia los caucásicos y no a la población morena