La imagen de una persona que sobresale por su inteligencia suele venir acompañada de un par de lentes, íconos de la apariencia nerd que, hasta que llegaron los hipsters, fueron rechazados y reemplazados por lentes de contacto, por cuestiones de moda.
Pero un estudio que fue publicado recientemente en la revista Ophtalmology, sugiere que existe una buena razón para relacionar los lentes con la inteligencia: sus hallazgos indicaron que la miopía está vinculada a la cantidad de años que una persona va a la escuela.
Durante el último siglo, la incidencia de miopía ha incrementado, y un grupo de estudiosos se interesó en identificar las posibles influencias ambientales, específicamente dentro de los salones de clase.
Para hacerlo, aplicaron exámenes de vista a más de 4 mil 600 alemanes, de entre 35 y 74 años de edad.
Además, los participantes resolvieron cuestionarios detallados, y después fueron sometidos a pruebas físicas generales, cardiovasculares, genéticas y psicológicas.
Los resultados indicaron que las personas que estudiaron durante 13 años de su vida, tenían más miopía que aquellas que no llegaron más allá de la primaria.
Además, más de la mitad de las personas que recibieron un título universitario necesitaban usar lentes, mientras que solo un cuarto de aquellas que habían abandonado su educación en secundaria o preparatoria están en esa situación.
Cuando compararon el nivel de influencia de la educación en la intensidad de la miopía con la de 45 marcadores genéticos asociados a la condición, descubrieron que estos últimos tenían un impacto mucho menor que los años de escuela y el comportamiento.
Aunque los investigadores destacaron que se trata de una correlación, y no necesariamente significa que la educación provoque la miopía, se sospecha que la incidencia en los más estudiosos podría deberse a la mayor necesidad de lectura, ya que esta actividad ha sido ligada a la dificultad para ver de lejos.