Minutos de cine en la TV
Por primera vez, la entrada de “The Simpsons” fue concebida completamente por un director de cine y, además, por uno mexicano.
Guillermo del Toro fue el elegido para imaginar la secuencia de imágenes que introduciría al capítulo anual de Halloween “Treehouse of horror”, en su edición número 24.
La idea original era que Del Toro prestara su voz a un personaje, o que decidiera qué cambios hacer en la escena del sillón, que cambia cada episodio.
Ana Paulina ValenciaPor primera vez, la entrada de “The Simpsons” fue concebida completamente por un director de cine y, además, por uno mexicano.
Guillermo del Toro fue el elegido para imaginar la secuencia de imágenes que introduciría al capítulo anual de Halloween “Treehouse of horror”, en su edición número 24.
La idea original era que Del Toro prestara su voz a un personaje, o que decidiera qué cambios hacer en la escena del sillón, que cambia cada episodio.
Pero el director quiso ir más allá e imaginó una historia de poco menos de tres minutos, que describió como “una carta de amor a las cosas que amo: las series y el género (de horror)”.
Es necesario ver el video más de una vez para procesar toda la acción, pues el realizador hizo referencias a decenas de cintas de horror, tanto suyos como de directores a los que admira, del pasado y del presente.
Alfred Hitchcock convive con la profesora Krabappel y recuerda la aclamada “Birds”, Bart escribe la famosa frase de la máquina de escribir de “The shining” y la pequeña Maggie atropella a Homero (cuyo contacto con la radiactividad lo convierte en un personaje de “Blade”) manejando el auto negro de “The car”, película de 1970 que Del Toro confiesa es su placer culposo.
Sus propias películas no se quedan atrás: “El espinazo del diablo”, “Hellboy” y “El laberinto del fauno” también forma parte de esta secuencia.
Su escena favorita está inspirada en esta película y la protagonizan los personajes del Sr. Burns (como el fauno) y Smithers (un hada que limpia los ojos de su jefe y luego es consumida por él). “Define su relación perfectamente”, expresó el director, “fue lo que más disfruté: tomar lo que sentimos al ver la secuencia original y hacerlo orgánico”.
El resultado es un homenaje al cine dentro de una de las series más icónicas de la televisión, que en su vigésimo cuarto año de transmisión prueba que ambos medios no tienen que excluirse, sino que pueden complementarse y dar al público momentos que han sido llamados “épicos”.