Las fobias se pueden superar al observar a otros interactuar de manera segura con lo que causa temor, reveló una investigación encabezada por Armita Golka, del Instituto Karolinska, en Suecia. Es decir, que si una persona ve a un familiar o a un amigo con una atemorizante serpiente o bien, con una araña espeluznante, podrá ir superando su fobia.
Este tipo de aprendizaje social indirecto puede ser más efectivo que la experiencia personal a la hora de eliminar las respuestas de miedo aprendidas frente un estímulo, señala un comunicado del estudio. También puede prevenir que el temor resurja.
En la investigación, publicada en Psychological Science, se mostró una serie de rostros a 36 participantes. Una de las caras fue seguida de una estimulación eléctrica en la muñeca de los voluntario, para que estos aprendieran a asociar ese rostro en particular con el estímulo molesto.
Después, los voluntarios observaron un video del experimento en el que la cara elegida no fue seguida del pulso eléctrico. Quienes vieron el videoclip que incluía a una persona real –”condición para el aprendizaje social”– mostraron una respuesta de miedo mucho menor ante el rostro elegido que aquellos que no fueron testigo de ese individuo al mirar el mismo contenido.
“La información sobre lo que es peligroso y lo que es seguro en nuestro entorno tiende a ser transferida por parte de otras personas a través de formas sociales de aprendizaje”, dijo Golka.
¿Fobia o pseudo fobia?
En entrevista para Reporte Indigo, el Dr. Carlos Berlanga, subdirector de Investigaciones Clínicas del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, hizo énfasis en la importancia de distinguir entre lo que se considera una fobia, que forma parte del espectro de trastornos de ansiedad, y una pseudo fobia.
Ambas son definidas como “temores ilógicos o irracionales ante un objeto, una situación o una condición en particular”. A las personas con pseudo fobias, “si bien les atemoriza o les inquieta anticipadamente el verse expuestos a una situación fóbica, cuando lo hacen (…) la pueden superar sin ningún problema”.
Pero “el paciente o el enfermo fóbico es el que es prácticamente incapaz de solucionar su temor o su fobia (…), por más esfuerzo y por más voluntad de hacerlo”, explicó. En este caso se podría realizar el diagnóstico de un trastorno fóbico.
Siesta para quitar el miedo
Una noche de sueño podría ser la clave para vencer los recuerdos que nos provocan temor.
Por primera vez, se demostró que el peso de la memoria emocional puede reducirse a través de una nueva forma de poner en práctica la llamada “terapia de exposición”: durante las horas de sueño, según señaló un estudio publicado en Nature Neuroscience. En la terapia de exposición, el paciente se expone gradualmente, bajo el control de un especialista, a aquel objeto o situación que le provoca miedo.
Katherina Hauner, de la Escuela de Medicina Feinburg de la Universidad de Northwestern y autora del análisis, indicó que se redujo la memoria del miedo de los voluntarios luego de ser expuestos a un olor particular durante la fase de sueño profundo (etapa en la que se produce la consolidación de la memoria).
Para lograrlo, los científicos mostraron imágenes de dos rostros a 15 participantes, a la vez que estos fueron sometidos a leves descargas eléctricas. Cada una de las caras iba acompañada de un olor distinto (limón, menta o madera). Esto, con el fin de que tanto el rostro como la sustancia olorosa fueran asociadas con miedo. Después, los voluntarios tomaron una siesta en el laboratorio y, mientras dormían, fueron expuestos varias veces a uno de los dos olores que previamente asociaron con el miedo. Al despertar, fueron expuestos de nueva cuenta a los dos rostros. Al ver la cara vinculada con el olor que los acompañó durante su sueño, se observó que las reacciones de temor fueron menores que las que experimentaron al ver el otro rostro.
Los investigadores señalan que esta técnica podría convertirse en una terapia eficaz para tratar trastornos psiquiátricos como fobias y el trastorno por estrés postraumático (TEPT).