La silla más difícil

Michelle Obama representa la fórmula perfecta para ser la Primera Dama de un país (con mayor razón si se trata de una nación como Estados Unidos). Y esa es simple y sencillamente ser una mujer con inteligencia, carisma y empatía.

Obama no solamente es una destacada abogada egresada de la Universidad de Princeton y de la Facultad de Derecho de Harvard que trabajó en  Sidley Austin LLP, la sexta firma de abogados de mayor prestigio en Estados Unidos (EU).

Después, dejó su trabajo y fundó el programa social Public Allies Chicago y alegó que lo había hecho “porque hay pocas cosas más gratificantes que ver a los jóvenes reconocer que tienen el poder de enriquecer no sólo sus propias vidas, sino también las vidas de quienes los rodean”.

Michelle no nada más fue la esposa de Barack Obama, fue también una figura de inspiración para las mujeres y los jóvenes de EU y el mundo.

La todavía POTUS (como se le apoda a la Primera Dama de EU, en inglés) es una mujer directa, honesta y transparente. Que con inteligencia y astucia se dirigió a las masas a través de las redes sociales y de sus apariciones en público.

De hecho, para muchos, Michelle es la candidata demócrata ideal para la presidencia en el año 2020.

Y a pesar de que ella descartó que se postularía como candidata presidencial en 2020, no sorprendería que en las elecciones de ese año, el Partido Demócrata esté al frente de una campaña en la que contienda la abogada nacida en Chicago, Illinois.

A unos días de abandonar la Casa Blanca, Michelle Obama cumplió ayer 53 años y entre una de las cosas que hará con su nuevo tiempo libre será escribir un libro con sus memorias, según dio a conocer su propio esposo, Obama.

De Michelle a Melania

Pero el caso de la Primera Dama entrante de EU, Melania Trump, es muy distinto. Melania no tiene el carisma de Michelle y tampoco la preparación académica, pero también tiene trayectoria profesional.

La exmodelo eslovena es amante del diseño y el estilo, estudió arquitectura y diseño en la Universidad de Liubliana y tiene una línea de joyería en la cadena QVC.

Por lo que ocupar el lugar que deja Michelle es difícil y no solamente porque Melania no posee algunas de las cualidades –y la fórmula de la Primera Dama perfecta– que hicieron destacar a la esposa de Barack Obama, sino porque tiene a su lado al recién presidente electo, Donald Trump.

A diferencia de Barack, Trump es una sombra que opaca el leve destello de oportunidad que tiene Melania para llegar a las masas, quienes solamente la han etiquetado por su estatus económico o la discordia que despierta entre los diseñadores reconocidos que la quieren –o no– vestir con sus creaciones, tales como Sophie Theallet, quien declaró que “a retórica racista, sexista y xenófoba utilizada por la campaña presidencial de su marido son incompatibles con los valores compartidos que respetamos”.

Melania Trump se convertirá en la Primera Dama de EU a partir de este 20 de enero. Pero pocas veces los estadounidenses han sabido tan poco de la mujer que va a ser su first lady y más porque ella proviene de un país comunista.

Uno de los motivos del escaso conocimiento sobre esta mujer de 46 años es que apenas se le pudo escuchar durante la campaña y la única vez que salió a la tribuna fue un desastre. Además, se vio obligada a comentar los titulares sobre su marido cuando éste hizo declaraciones obscenas y sexistas sobre las mujeres en un video de 2005, cuando ellos ya estaban casados.

Su declaración más sorprendente de toda la campaña -poco antes de la victoria electoral-, sobre todo porque su marido fue acusado de insultar a grupos raciales y étnicos fue: “Nuestra cultura se ha convertido en demasiado malvada y violenta”.

Muy diferentes

Es muy claro que Michelle Obama y Melania Trump son muy diferentes. Y desde que Trump estaba en campaña, a Melania ya se le comparaba con Michelle. Sobre todo cuando la exmodelo pronunció su discurso en la Convención Nacional Republicana en Cleveland. Dicho discurso fue altamente criticado por un supuesto plagio a palabras que había emitido Michelle.

Se dijo que había tenido apoyo de personas para elaborar el texto y actualmente Melania ya trabaja con un experto de discursos.

La tercera esposa de Donald Trump se distingue por tener un bajo perfil, a pesar de vivir en el mundo del glamour y la alta sociedad, si se le compara con las otras esposas del empresario ahora presidente electo, así como con otras primeras damas.

En cambio, Obama, es extraordinaria a la hora de dirigirse al público, pareciera que el discurso fluye de su mente en el instante y su manera de atender entrevistas también es altamente destacable. Además, Michelle escribe sus propios discursos.