No funciona ‘tan padre’

Desde el 2012, los padres mexicanos tienen como prestación la conocida “licencia de paternidad”, pero es fecha que no existe información confiable para saber si este derecho se está respetando por parte del sector patronal.

El permiso de paternidad –que conlleva otorgarle a los papás cinco días con goce de sueldo a partir del nacimiento de un hijo–, enfrenta resistencias principalmente de los patrones.

Este derecho se ha vuelto invisible debido a que quienes llevan el registro son los jefes o las empresas, no una institución de interés social como es el caso de las mujeres.

“A diferencia de las mujeres, cuyo registro de maternidad es llevado por una organización de servicio social (IMSS, ISSSTE), los permisos de los hombres son contabilizados por el patrón o la empresa. Este hecho deja poca oportunidad para saber si se otorga el derecho o si su cumplimiento es cabal”, explica Cándido Pérez Hernández, Coordinador de Investigación de Early Institute.

A diferencia de los países de Europa, donde son otorgados de 21 días a tres meses de paternidad e incluso otros tres en combinación con un permiso extraordinario de la madre, en México, a pesar de las iniciativas, no se ha conseguido avance para ampliar esta prestación.

“Lo que más nos preocupó fue que en cinco años había un estancamiento de iniciativas sobre alargar el plazo del Permiso de Paternidad. Entre los obstáculos que hayamos, se encuentra el sector empresarial, que aunque ha apoyado los inicios a la reforma de la Ley Federal del Trabajo, no se sabe si están dispuestos a pagar por más días”, dice.

El desinterés de los legisladores figura como uno de los factores, pues aunque se ha propuesto ampliar el permiso de cinco a 15 e incluso 21 días, ninguna de sus iniciativas ha prosperado.

Además, “nadie está contabilizando al 60 por ciento de la población que se encuentra trabajando en el sector de empleo informal, y en cual, se suele involucrar a los hijos”, asegura Pérez Hernández.

Para el Coordinador de Investigación de “Early Institute”, todos deberían gozar del mismo derecho y todos deberían estar incluidos a las instituciones de servicio social para no detener en ningún caso los posibles avances.

“Estamos viendo una parte del pastel, debemos hacer que el interés se fije en la crianza y la convivencia de los padres con los hijos. En otros países, es de vital importancia buscar el involucramiento de los dos pilares de la familia por lo menos en el primer año de vida”, comenta Pérez Hernández.

Al no ser un asunto que se realice a través de un organismo público, los derechos de los padres son invisibles, no se sabe si se cumple o respeta su Permiso a la Paternidad.