El trabajo del doctor Javier Bolaños-Meade, profesor asociado del Centro Oncológico Kimmel de Johns Hopkins, está impactando a la medicina. Sus investigaciones sobre trasplante de médula ósea han dado paso a la aprobación y aplicación de un estudio a nivel nacional, en los Estados Unidos.
Bolaños-Meade, en entrevista con Reporte Índigo, cuenta que ese estudio lo inició en el 2006 para tratar enfermedades que no son cancerosas. “El problema que hay es que históricamente la única manera de realizar estos trasplantes era de donadores compatibles y los pacientes con dichos padecimientos generalmente no tienen donadores compatibles, porque los demás miembros de la familia también están enfermos; entonces, nada mas entre el 10 y el 20 por ciento se podían trasplantar”.
Por lo que los investigadores de Johns Hopkins empezaron a experimentar con donadores no compatibles en pacientes con cáncer y en el 2005, Bolaños-Meade escribió un estudio sobre pacientes que tenían anemia falciforme y talasemia beta, porque cumplían con ciertas características que complica realizarles un trasplante, porque su sistema rechaza el injerto.
“Lo que hicimos inicialmente fue desarrollar un sistema que fuera inmunosupresivo y que nos permitiera hacer un trasplante de pacientes no compatibles y lo logramos en el 2012. Cuando publiqué el primer reporte, en el cual un poquito mas de la mitad de los trasplantes fue exitoso, fue la primera vez que se hacía”, cuenta el mexicano egresado de la Escuela de Medicina del Tec de Monterrey.
Dichos avances representaron en el área de los trasplantes un gran logro, ya que el problema que había es que sólo era exitoso en la mitad de los pacientes.
La frecuencia de la enfermedad
El doctor Javier Bolaños-Meade explica que dependiendo del lugar del mundo, es la frecuencia de la anemia falciforme y de la talasemia beta. Por ejemplo, en México no son enfermedades tan comunes; sin embargo, la anemia falciforme es muy común en el centro de África, por lo que pacientes de raza negra tienen una incidencia altísima.
“Si nosotros vamos a lugares donde hay descendientes de migrantes africanos, por ejemplo, en los Estados Unidos, es una enfermedad muy común, así como en el centro y sur de América, porque durante los siglos XVII y XVIII se importaron esclavos a esas áreas. En México hay algunas zonas donde se ve con mayor frecuencia, como en el sur de Veracruz y Tabasco, pero en general las personas portadoras del gen, según los estudios publicados, es de aproximadamente 3 por ciento”, comenta Bolaños-Meade.
A pesar de que en México no es la enfermedad más común, el trabajo del doctor Javier tendrá repercusiones a nivel mundial, porque se está probando un sistema de trasplante que es altamente efectivo; entonces, un paciente que necesita un trasplante de médula ósea, que padezca de lupus o de algún otro padecimiento autoinmune, podrá tener acceso a él.
Los siguientes pasos
Debido al resultado de la investigación, en Estados Unidos se acaba de abrir un estudio a nivel nacional, con el cual se llevará a otros centros de trasplante una técnica basada en el trabajo de Javier Bolaños-Meade. Además, el otro proceso en el que está muy involucrado es en desarrollar trasplantes de médula ósea en pacientes que no son compatibles, pero también no son relacionados, es decir, que no hay relación genética.
Para ello, cuenta el mexicano, se tiene que desarrollar una plataforma con la cual puedan engañar a los sistemas inmunes para que no hayan complicaciones.
En un futuro y bajo condiciones controladas, Bolaños-Meade platica que indudablemente el trasplante de médula ósea ofrecerá la posibilidad de curar el VIH, porque existe una serie de personas que son inmunes a ciertas variedades de éste.
“Si yo tengo un paciente con VIH y tiene una indicación para un trasplante y consigo un donador que es inmune a dicho virus, entonces, lo podría hacer con la esperanza de que su sistema inmune se haga resistente”, dice el médico.
Una de las ideas que tiene es conseguir un donador para un paciente VIH+, que fuera no relacionado y no compatible, pero que fuera inmune a esa enfermedad y entonces poder curar el cáncer y al mismo tiempo ofrecer algo que pudiera ser una cura contra el virus.
“Hasta el momento sólo se ha reconocido que existe un paciente curado o probablemente curado. El interés es aumentar el número de posibles donadores para ello”, dice.
Para Bolaños-Meade, el trasplante de médula ósea está revolucionando la medicina mundial y está seguro que en los próximos 10 años va a crecer más.