En Mesoamérica, los artistas desarrollaron una de las tradiciones cromáticas más sólidas del mundo, fabricando colores vibrantes con minerales, flores, cortezas de árboles, incluso insectos. Sin embargo, la colonización y los procesos de industrialización han minimizado ese conocimiento ancestral.
La exposición We Live in Painting: The Nature of Color in Mesoamerican Art, que abrirá el próximo 15 de septiembre en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (LACMA), explorará el significado profundo del color en las culturas antiguas de México y pondrá a dialogar obras de arte antiguas con creaciones contemporáneas.
La muestra estará conformada por 270 objetos, como vasijas de cerámica, fragmentos de murales, esculturas de piedra, papel amate pintado y tejidos teñidos con tintes naturales, minerales en bruto, oro, jade, conchas talladas, entre otros.
De acuerdo con el museo de Los Ángeles, más de la mitad de esas piezas corresponden a su colección Art of the Ancient Americas; el resto son objetos arqueológicos prestados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), algunos de ellos inéditos, como 13 fragmentos de murales teotihuacanos que fueron recuperados de escombros y rellenos de un proyecto arqueológico realizado en ese sitio prehispánico entre 1962 y 1964.
El público también podrá apreciar dos códices mesoamericanos, el Códice Selden y el Códice Mendoza, prestados por la Biblioteca Bodleian de Oxford. Se trata de joyas documentales pocas veces exhibidas.
Además, participan artistas indígenas contemporáneos cuyas obras “revitalizan las prácticas artísticas de producción de pigmentos”. “Se encargaron 17 obras a artistas nahuas, tzotziles, mixtecos y zapotecas para que dialogaran con antiguas obras de arte mesoamericano”, indica el museo en un comunicado de prensa.
Una colisión de arte y ciencia
El proyecto cuenta con la curaduría de la historiadora del arte mexicana Diana Magaloni, actual directora del programa Art of the Ancient Americas del LACMA, quien describe esta muestra como un diálogo entre dos formas de conocimiento: “la ciencia occidental emprendida por los estudiosos contemporáneos y la ciencia indígena de la producción artística, desarrollada durante milenios para crear pigmentos artificiales usando el entorno natural”.
Añade que los avances de la ciencia occidental permitirán al público apreciar mejor los saberes indígenas, haciendo legibles los logros excepcionales de los artistas mesoamericanos. “Un ejemplo notable de la colisión entre arte y ciencia”.
Conéctate a Arte y Mestizaje en Mesoamérica. Diálogo entre maestros artesanos y arqueólogos.
Un conversatorio sobre la relación y antecedentes de las artesanías en época prehispánica, sus vínculos y trayectorias. Hoy a las 16 h por https://t.co/2NnDoWguJU#ContigoEnLaDistancia pic.twitter.com/yMmM4SKgJR— INAH (@INAHmx) March 22, 2021
En la curaduría también participa un equipo de expertos del LACMA, como Virginia Fields, Suzanne D. Booth, David G. Booth y Alyce de Carteret; así como el conservador invitado Davide Domenici, de la Universidad de Bolonia.
Según el LACMA, este proyecto curatorial se desarrolla en el marco del PST ART, conocido anteriormente como Pacific Standard Time, el mayor evento artístico de Estados Unidos realizado con subsidios de la Fundación Getty.
Después de su última edición, en 2017-2018, que tuvo como hilo conductor el arte mexicano, el evento tendrá este año una tercera edición. Arranca el 15 de septiembre próximo bajo la temática “El arte y la ciencia colisionan”.
Colabora con artistas indígenas
El famoso museo de Los Ángeles comparte que para preparar esta exposición, colaboraron con artistas indígenas que están revitalizando el oficio de fabricar pinturas naturales y apoyó una serie de talleres en Xalitla, Guerrero, un pueblo nahua conocido por sus pintores, donde los miembros de la comunidad aprendieron más sobre el arte de elaborar pigmentos, a partir de materiales tradicionales de la mano de la artista e investigadora Tatiana Falcón.
“Los artistas indígenas vivos en esta exposición, entre ellos tejedores tzotziles y mixtecos y el artista textil zapoteco-americano Porfirio Gutiérrez, son testimonio de la resistencia y tenacidad de los creadores de arte indígena”, subraya.