Dentro de las reglas no escritas para ser un buen cliente se encuentra respetar el horario de un establecimiento, en especial no acercarte a pedir alimentos elaborados cuando están a unos minutos de cerrar.
Si te estás preguntando por qué, una mesera lo dejó muy claro en un video que compartió en sus redes, en donde relató llorando lo frustrante que fue para ella tener que atender a 60 personas cuando estaba a 10 minutos de cerrar.
La joven indicó que ella trabaja en una cafetería que cierra a las 12:00 de la noche; sin embargo, ese día llegaron algunos clientes a comer, a pesar del horario y que a un lado hay otro establecimiento que cierra hasta las 4:00 de la mañana.
Ella les explicó que estaban a punto de cerrar, ya que solo faltaban 10 minutos y les reiteró la hora en la que cerraba la cafetería, pero la ignoraron, ingresaron e incluso tuvo que sacarlos del lugar cuando dieron las 12:00 de la noche.
Esta situación fue muy negativa para la joven, debido a que entre sus actividades no solo se encuentra la atención a los clientes, sino que también la limpieza del lugar después de cerrar, el conteo de las ganancias y la revisión de las cámaras de seguridad.
“Les importa una m*erd* que a mí nadie me paga las horas extras y que tengo una vida personal y mis propios problemas”, dijo la joven entre lágrimas, quien también pidió a todos un poco de empatía con las y los meseros.
“Esas personas no tienen respeto ni empatía y se les olvida que detrás de la barra no hay una máquina sino una persona”, comentó, ya que atender a los clientes poco antes del cierre les obliga a permanecer más tiempo del que indica su horario.
Empatía y respeto, no se pide mucho. pic.twitter.com/1ZhL4Wo2qT
— Soy Camarero (@soycamarero) September 29, 2023
“La próxima vez que vayan a un comercio antes de que cierre, piensen que lo que está ahí es una persona que se tiene que quedar y a lo mejor arregló algo para encontrarse con alguien o tiene que solucionar un problema”, finalizó.
El testimonio de la joven abrió todo un debate en redes sociales, ya que muchas personas consideran que es deber de los empleados atender a los clientes dentro de su horario; mientras otros más la apoyan y piensan que las personas deberían ser más empáticas.
“Si su jornada termina a las 12, pero debe dejar suelos limpios, debe cerrar la puerta a las 11:30”, “El problema es del propietario del bar, no de los clientes”, “Los clientes tienen la culpa. Yo no entro a un sitio si se que van a cerrar en breve” y “La culpa es de tu jefe, no administra bien los horarios”, son algunas de las reacciones.