Además de hacer ejercicio, interpretar música, dormir –y descansar– adecuadamente y resolver juegos de destreza como Sudoku, la alimentación es clave para tener un cerebro sano.
Por ello, se recomienda consumir frutas y verduras, en específico las de color morado o púrpura, tales como la zarzamora y la berenjena.
Expertos sugieren que estos ingredientes ayudan al flujo sanguíneo, lo que beneficia la oxigenación de este órgano.
A su vez, se recomienda consumir salmón, sardinas y atún, que contienen altos niveles de omega-3, un ácido graso que es esencial para prevenir demencia y otras enfermedades neurodegenerativas.