“El calentamiento del Ártico está cambiando significativamente el ecosistema y las relaciones entre las especies”.
Así lo reportan investigadores del Instituto Polar Noruego, en un estudio que registra el primer avistamiento de un oso polar que se habría alimentado de un par de delfines de pico blanco.
En base a la zona y el grado de deterioro en que los cadáveres de estos delfines fueron observados, en un pequeño fiordo del archipiélago Svalbard, en Noruega, los científicos sugieren que los animales sufrieron muerte por atrapamiento bajo el hielo en abril del año pasado, cuando se registró una serie de fuertes vientos.
Esta especie de delfín suele visitar estas aguas en verano, pero nunca antes se le había observado tan al norte en primavera.
El científico Jon Aars, autor del estudio, dijo a New Scientist que la caza de los dos delfines se produjo en cuanto éstos, atrapados bajo el hielo, encontraron un pequeño agujero y salieron a la superficie en busca de aire.
“Creemos que el oso los cazó (utilizando) una técnica similar a la que usan para matar focas”, agregó Jon.
Hasta ahora, es bien sabido que la dieta del oso polar se compone de la foca anillada y la foca barbuda.
Pero es probable que el delfín se convierta en un alimento común del oso polar a medida que el hábitat del mismo se vaya reduciendo en las próximas décadas, según estimaron los investigadores del Instituto Polar Noruego.
Para Ian Stirling, de la Universidad de Alberta, los osos polares, al ser “depredadores oportunistas y carroñeros con una larga lista conocida de especies de presa”, describió el estudio, “comerán cualquier mamífero marino si tienen la oportunidad”, por lo que el hallazgo que realmente sorprende es el hecho de que “los delfines fueron atrapados antes de que pudieran migrar al sur para el invierno”.
De hecho, luego del primer avistamiento, al menos cinco osos polares más fueron vistos comiendo los cadáveres de siete delfines de pico blanco durante el transcurso del año pasado.
Los hallazgos de este estudio fueron publicados recientemente en la revista científica Polar Research.