¿Qué es lo primero que recuerdas de toda tu vida? ¿Gatear por la casa de tus padres? ¿Abrir un regalo en navidad? ¿Música proveniente de un estéreo con tornamesa? ¿Un viaje a la playa?
¿Cuántas de estas reminiscencias persisten en fotografías, videos o son comentadas recurrentemente por la familia? ¿A qué edad ocurrió ese momento? ¿Realmente sucedió ese episodio?
A través del estudio Fictional First Memories (Primeras memorias ficticias, en español), cuatro expertos en psicología del Reino Unido encontraron un patrón en una encuesta que realizaron: los recuerdos previos a los tres años de edad podrían ponerse en duda, ya que hay múltiples factores que podrían hacerlos irreales.
“Por ejemplo, recuerdos de estar en su cochecito, cambiar el pañal, dar los primeros pasos. Si bien las personas creen genuinamente que estos eventos tempranos son verdaderos recuerdos, lo más probable es que sean el resultado de una combinación de historias, fotografías y otros elementos de la narrativa de la vida en desarrollo de una persona.”, precisa en entrevista, para Reporte Índigo, Catriona Morrison, jefa de psicología de la Universidad de Bradford y quien realizó parte de la investigación.
Además de Morrison, los académicos de la Universidad de Londres Martin Conway y Shazia Akhtar, más Lucy V. Justice, de la Universidad Nottingham Trent, firmaron el artículo publicado en Psychological Science, en donde especifican que realizaron un cuestionario a 6 mil 641 personas, de las cuales casi el 40 por ciento dice tener una evocación temprana, pero los investigadores dudan que eso sea posible.
“No creemos que la gente tenga recuerdos verdaderos de mucho antes de tres años. En nuestro estudio, estos ‘recuerdos’ tempranos eran categóricamente diferentes en naturaleza de lo que creemos son más probablemente recuerdos, entre las edades de tres y cinco años”, indica Morrison.
Entonces, ¿qué fue real de lo que recordamos de nuestra etapa infantil?
Verbalizar para recordar
¿A qué se debe que nuestras primeras remembranzas puedan ser falsas? Morrison cree que la memoria se enlaza directamente con la comunicación verbal, además apunta que esto también lo han analizado otros colegas en distintas partes del mundo.
“Clave para esto, creo, es el desarrollo del lenguaje. Yo y otros psicólogos somos de la opinión de que, hasta que tengas la capacidad de contar y almacenar historias acerca de ti, no podrás establecer recuerdos a largo plazo de los eventos. Entonces, el lenguaje es clave para el surgimiento de la memoria autobiográfica”, comenta la académica vía correo electrónico.
“Estábamos ansiosos por establecer una gran base de datos de recuerdos tempranos con el fin de documentar lo que la gente cree que son sus primeros recuerdos y fecharlos”, dice la psicóloga de la Universidad de Bradford.
Historia vs. realidad
Conforme vamos creciendo, ese pasaje de nuestra vida, al cual nos aferramos a que sea verdad, entre más lo repetimos y creemos tener los detalles suficientes para hacerlo nuestra certeza, es probable que sólo sea una crónica que nos decimos a nosotros mismos y en realidad es una ficción.
“Los llamaríamos ‘ficción’ en lugar de (recuerdos) ‘implantados’, porque casi nunca sucede que otros te hayan dirigido intencionalmente a recordar un evento que no era cierto”.
Morrison no descarta que haya memorias que sí puedan ser reales, lo principal es tener referencias cruzadas de otras personas que hayan vivido la experiencia, como familiares.
“También hay una pregunta sobre hasta qué punto esto importa: tu primer recuerdo es importante para la historia de tu vida, y la historia de nuestra vida no es como un video de nuestras vidas, es sólo eso: una historia, y una que está sujeta a cambios con el tiempo y están muy influenciados por las cosas que suceden en el transcurso de nuestras vidas”, aclara la terapeuta.
No evolucionamos, pensamos diferente
Pareciera que el ser humano está mejorando su condición física y mental con el paso de los siglos, simplemente la expectativa de vida ha ido en aumento en distintos países e incluso México, entonces queda la duda de si una mejor salud, a través del paso del tiempo, puede ayudar a que la memoria progrese.
“No creemos que las memorias de las personas estén evolucionando; quizás las usemos de manera diferente (el arte de recordar los números de teléfono es cosa del pasado, en la era del teléfono móvil). Desafortunadamente ¡no hay evidencia de que los humanos sean cada vez más inteligentes!”, comparte Morrison.
The Beatles: El siguiente paso
Siguiendo la idea de cómo la memoria es tergiversada, pero ahora de manera colectiva, los investigadores harán un experimento social para determinar qué tanto recuerda la población británica de un fenómeno que cambió el mundo: The Beatles.
“Nuestro próximo proyecto informa sobre otro tipo de memoria autobiográfica: memorias musicales de The Beatles. Estábamos interesados en ver qué tipo de memoria tenían las personas sobre The Beatles y la influencia que la música tenía en sus vidas. Creemos que la música es una señal muy importante para aprovechar la memoria, y nuestro estudio de los Beatles demostrará esto”, puntualiza la experta.