“No hay éxito y fracaso, hay tropiezos y triunfos”, reflexiona el productor Lalo Suárez al hablar del camino que ha recorrido con Me Caigo de Risa, programa que a 10 años de su estreno fue nominado al Emmy Internacional en la categoría de Mejor Programa No Guionado.
Para Suárez, el concepto de éxito no es un destino final, más bien lo ve como un proceso continuo de mejora. Desde su inicio, Me Caigo de Risa ha sido un espacio donde la comedia irreverente y el formato de juegos han conquistado al público de manera orgánica. El productor reconoce que el trayecto ha estado lleno de retos, pero los resultados han sido el fruto de un esfuerzo constante.
“El día que tú crees que tienes éxito es el día que ya te tienes que retirar, porque ya llegaste a tu techo. Yo creo que hay que trabajar todo el tiempo para que haya triunfos y los vayas conquistando. El camino que he tenido con este programa ha sido de muchos triunfos, de conquistar poco a poco los resultados que nos piden y que el público se haya ido sumando a ver el programa, un día a la vez”, confiesa en entrevista con Reporte Índigo.
La nominación al Emmy Internacional celebra el talento del equipo, pero también, agrega, es un reconocimiento a la lealtad del público que ha apoyado el proyecto. Suárez explica que esta nominación se comparte con todo el público que ve el reality show, porque gracias a ellos llegaron a 10 temporadas.
Lalo Suárez, desde “Otro Rollo” a “Me Caigo de Risa”
Lalo Suárez no oculta su orgullo al reflexionar sobre cómo Me Caigo de Risa, un programa que comenzó de manera modesta y pasó de ser un programa de pequeño formato, hasta ser reconocido a nivel internacional.
El productor pone en perspectiva lo que significa esta nominación, la segunda de su carrera tras haber sido nominado hace 15 años por Los Simuladores.
“Pues mira, en Los Simuladores era como que un poco más obvio que podía suceder, sabíamos que el programa había estado muy bien escrito. Pero esta nominación sí nos tomó completamente por sorpresa, pero lo tomamos con mucho gusto, con mucho orgullo. Nos ha unido más como equipo y, la verdad, mucho más maduros para entender la relevancia de la nominación”, admite.
Competir en la categoría de Mejor Programa no Guionado implica enfrentarse a producciones de países como Sudáfrica, Bélgica y Australia, una competencia feroz que Suárez no subestima. Para él, este reconocimiento internacional marca un compromiso para mantener la frescura del programa, lo cual cree ha sido clave para la evolución diaria del contenido.
“Es una categoría complicada porque el programa no guionado cabe cualquier cosa, desde un reality, un programa de concurso, una entrevista… cualquier tipo de programa que no tenga un guión que lean o representen actores cabe aquí”, agrega.
Aun así, la presencia de Me Caigo de Risa como representante de México y Latinoamérica llena de orgullo al equipo, que ya siente que ha ganado al menos una parte del reconocimiento: “tenemos, por lo menos, el 25 por ciento del premio, ojalá que llegue al 100”, bromea Suárez sobre los premios, cuyos ganadores se darán a conocer el lunes 25 de noviembre.
El productor también resalta cómo el programa captura el ingenio y la alegría característica del pueblo mexicano. Además, subraya que la capacidad de disfrutar y crear bajo presión es parte del ADN de Me Caigo de Risa, lo que ha permitido que se mantenga relevante en una era donde la televisión compite fuertemente con las plataformas de streaming.
“Me gustaría que la gente, tanto nacional como internacional, lo vea y que entienda que en México somos un país muy divertido, que somos un país que improvisamos en todo, no solo en la televisión. Aquí las amas de casa mexicanas improvisan con el dinero todas las quincenas para sacar adelante a la familia”, expone.
Para Suárez, uno de los logros más significativos de Me Caigo de Risa es haber conectado con el público a lo largo de 10 años, así como reunir a familias frente al televisor en un momento donde este medio enfrenta una fuerte competencia del contenido digital.
“Creo que es uno de los mejores programas que me ha tocado la fortuna de liderar, el formato ha sobrevivido y prosperado en tiempos donde ya no se consume tanta televisión tradicional. Además, desde que empezamos Me Caigo de Risa, siempre estuvimos muy casados con las redes sociales.
La integración de contenido extra, como el uso de códigos QR en pantalla durante las primeras temporadas, permitió que los espectadores tuvieran acceso a material adicional a través de sus dispositivos, una estrategia que ayudó a aumentar la presencia del programa en las plataformas digitales.
“Nos hemos adaptado, las dinámicas del programa no duran más de siete u ocho minutos, lo que permite que vivan en redes sociales y se vuelvan virales”, apunta.
En cuanto al futuro del programa y la posibilidad de expansión hacia otros mercados internacionales, Suárez es claro en su responsabilidad de que el proyecto crezca aún más de lo que lo ha hecho estos 10 años.
“Si Televisa decide llevarlo a otros mercados, será su decisión, pero ya lo ven en Estados Unidos por UniMás y tiene muy buena aceptación allá. El programa ha construido una sólida base de fans en todo el continente, con seguidores en Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Paraguay y Uruguay que lo consumen principalmente a través de redes sociales, lo que expande considerablemente su alcance”, detalla.
Su aprendizaje
Después de poco más de 30 años de trayectoria, el productor Lalo Suárez aún mantiene el deseo de seguir aprendiendo y nutriéndose para crear mejores producciones para la televisión.
“Cuando tienes un programa nuevo no sabes qué va a suceder, o si va a funcionar; sin embargo, creo que el gran aprendizaje de Me caigo de risa es siempre formar un gran equipo, trabajar de la mano y confiar en el otro. El éxito de un programa se encuentra en hacer que cada miembro asuma la responsabilidad de sus tareas. Nuestra labor es que el público se entretenga con lo que hacemos. No tenemos mayor responsabilidad que esa y tratamos de lograrlo cada programa”, comenta.
Su trabajo en Otro rollo
A lo largo del tiempo, programas de comedia como Otro Rollo dejaron una huella en el entretenimiento mexicano. Hasta la actualidad, muchos espectadores le expresan a Lalo Suárez cómo han crecido junto con el programa, desde sus primeros años hasta formar sus propias familias, lo que refleja la conexión profunda que han establecido con el contenido a lo largo del tiempo.
“Trabajar en lo que me gusta es un privilegio; cuando lo haces, no lo sufres, lo disfrutas. Le debo mucho a la televisión: mi carrera, el bienestar de mi familia, y lo que considero un gran vicio: la oportunidad de seguir creando y entrando a los hogares de la audiencia es lo que más me impulsa a continuar en este camino”, dice.