Después de cuatro décadas, McDonald’s dejará de servir la salsa ketchup de la marca Heinz. Esta decisión se debe a que el brasileño Bernardo Hees, quien es exdirectivo de Burger King, una de las cadenas de comida rápida rivales de McDonald’s, fue nombrado presidente ejecutivo de Heinz.
McDonald’s aseguró en un comunicado que trabajaría con la compañía Heinz “para garantizar una transición fluida y ordenada” del negocio de los restaurantes de McDonald’s hacia otros proveedores.
En abril de este año, con la compra de Heinz por parte de las firmas de inversión Berkshire Hathaway Inc., de Warren Buffett, y el brasileño 3G capital –también responsable de la gestión de empresarial de Burger King–, Hees asumió el cargo de la presidencia de la empresa de alimentos.
Respecto a las consecuencias de este movimiento reciente, el equipo de McDonald’s dijo estar seguro de que la salida de Heinz no tendrá un impacto en su negocio ni en sus clientes y alimentos.
Desde hace tiempo que Heinz dejó de proveer la salsa de tomate en la mayor parte de los establecimientos de McDonald’s en Estados Unidos. Actualmente, el condimento se oferta en Pittsburgh, Pensilvania –sede del fabricante de ketchup– y en Minneapolis, Minnesota.
Sin embargo, la salsa sí se sirve en el resto del mundo, donde la gigante de hamburguesas cuenta con 34 mil restaurantes.
Y es el aliado en sabor, costumbre y tradición de las papas fritas, que son un complemento distintivo de las hamburguesas de McDonald’s.
“Como cuestión de política, Heinz no hace comentarios sobre las relaciones con los clientes”, declaró la proveedora de salsa de tomate.