El mejor amigo del niño

Tener una mascota es sinónimo de agrandar la familia. El perro, el gato, la iguana y hasta el pez que tienes en casa se vuelven un integrante más que no solamente harán que la empatía, el orden y la responsabilidad vivan en tu hogar, también supondrá un beneficio para la salud de los pequeños.

Una mascota no sólo es compañía y el antídoto para la soledad, también es un compañero que se convierte en amigo y aliado para la salud.

Tener una mascota en la casa reduce los niveles de estrés y ansiedad en los pequeños

Tener una mascota es sinónimo de agrandar la familia. El perro, el gato, la iguana y hasta el pez que tienes en casa se vuelven un integrante más que no solamente harán que la empatía, el orden y la responsabilidad vivan en tu hogar, también supondrá un beneficio para la salud de los pequeños.

Una mascota no sólo es compañía y el antídoto para la soledad, también es un compañero que se convierte en amigo y aliado para la salud.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Alberta en Canadá, liderados por la epidemióloga pediátrica Anita Kozyrskyj, reveló en un estudio que los bebés que conviven con mascotas en su casa tienen mayor propensión a altos niveles de Ruminococcus y Oscillospira, dos especies de microbios relacionados con la reducción de alergias en niños, así como con menor riesgo de desarrollar obesidad infantil.

No sólo eso, Kozyrskyj y sus colegas también indicaron que quienes tienen a Max, Romeo o cual haya sido el nombre de su elección para la mascota aumenta la exposición a los microbios mencionados, lo que podría beneficiar el intestino de los bebés desde que están en el útero materno (al ser la madre quien se expone).

Y es que “definitivamente hay una ventana crítica de tiempo cuando la inmunidad intestinal y los microbios se desarrollan conjuntamente y cuando las interrupciones en el proceso producen cambios en la inmunidad intestinal”, declaró Anita.

Además, la exposición a pequeñas cantidades de bacterias provenientes de los animales puede provocar que las personas tengan menos susceptibilidad a desarrollar problemas de salud cuando lleguen a la adultez.

A estos resultados llegó la epidemióloga pediátrica después de que ella y su equipo analizaran muestras fecales de niños, quienes formaron parte del estudio “Canadian Healthy Infant Longitudinal Development”, el cual fue llevado a cabo durante dos décadas, en las que se monitorearon a niños que crecieron con perros y quienes mostraron tasas más bajas de casos de asma.

Por si fuera poco, un perro –por muy loco que te pueda volver cuando rompe el periódico o hace sus necesidades dentro de la casa–, reduce considerablemente los niveles de estrés y ansiedad de los niños, de acuerdo a una investigación realizada por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de EU (CDC).

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