Según el significado de la RAE (Real Academia Española), emancipar es “la libertad de la patria potestad, de la tutela o de la servidumbre (…) liberarse de cualquier clase de subordinación o dependencia”.
El momento de emancipación de los jóvenes en México, por lo general después de graduarse, ahora cuenta con una etapa adicional.
Durante esta etapa buscan un lugar para vivir, particularmente departamentos, y lo comparten con un amigo.
Ese amigo o compañero es mejor conocido como roommate o roomie (compañero de cuarto en español). Entre ambos se dividen los gastos de renta, mantenimiento y servicios.
Los adolescentes tienen la oportunidad de alquilar un departamento cuya mensualidad oscila entre los 10 y 14 mil pesos y dividirse los gastos con su compañer@.
Este es un esquema que empieza a abundar en el país, entre compañeros de trabajo o amigos. Moda que en países de Europa y en Estados Unidos ya es algo natural desde hace varios años.
Los lugares que eligen para vivir se encuentran cerca de sus escuelas y/o su fuente de trabajo.
“La razón por la que se pueden independizar desde más chicos es que se integran a la fuerza laboral a una edad más temprana, incluso antes de salir de la universidad”, dice en entrevista para Reporte Indigo, Sandra Hendrix, directora comercial de Coldwell Banker, México.
Y parte también se debe a que ven el beneficio de tener un roommate con el que puedan compartir los gastos.
“Es precisamente una etapa de transición”, dice.
Emancipación sin género
Y la tendencia es pareja: tanto hombres como mujeres están agregando esa etapa a su vida adulta, aunque Hendrix reconoce que la mayoría son hombres.
“El esquema de ‘me voy a salir hasta que me case y que me que mantenga mi pareja’ es algo que está tendiendo a desaparecer”, señala en la entrevista.
Este esquema se genera a partir de los 25 a 30 años, independientemente de que sean hombres o mujeres.
“Vivimos en un mundo global que por el nivel de preparación y porque estamos en un mundo con exceso de información, ya es en el menor de los casos, las mujeres que deciden esperarse para que las mantenga su pareja”.
La sociedad cambia, el mercado permanece igual
El mercado de la construcción y las bienes raíces ha entendido esta tendencia, pero no del todo.
En las grandes ciudades de México, tales como Monterrey, GDL y DF, han surgido múltiples proyectos de vivienda del tipo departamento, en edificios verticales.
Aunque el mercado sigue igual y los precios tampoco han sufrido cambio alguno por el “boom” de esta tendencia, “lo que el mercado sí está haciendo es mayor número de vivienda vertical, de menor tamaño, pero que en muchas ocasiones es para venta”, aclara Hendrix. A este tipo de vivienda se puede acceder con un crédito hipotecario, por ejemplo. Como era de esperarse, la demanda es efervescente para renta, más que para venta.