A Marte… con escala en la Luna

“Yutu” significa “Conejo de Jade”, y es el nombre que se le asignó al primer robot de exploración lunar enviado al satélite por China, después de un sondeo para obtener la opinión de los pobladores del país.

El dispositivo, que viaja a bordo de la sonda Chang’e-3, fue lanzado al espacio el domingo pasado desde el Centro de Lanzamiento de Satélites ubicado en Xinchang.

Ana Paulina Valencia Ana Paulina Valencia Publicado el
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Las complicaciones de planear exploraciones de Marte ocasionan que algunos países intenten ir a la Luna como prueba
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“Yutu” significa “Conejo de Jade”, y es el nombre que se le asignó al primer robot de exploración lunar enviado al satélite por China, después de un sondeo para obtener la opinión de los pobladores del país.

El dispositivo, que viaja a bordo de la sonda Chang’e-3, fue lanzado al espacio el domingo pasado desde el Centro de Lanzamiento de Satélites ubicado en Xinchang.

 Su misión es aterrizar en la superficie lunar y explorarla, a diferencia del Chang’e-1 y Chang’e-2, sus predecesores, que solamente tomaron imágenes desde la órbita del satélite y después –siguiendo los planes– se estrellaron en él.

Zhang Zhenzhong, director del Centro de Lanzamiento, describió el envío como “un éxito”.

“Yutu” recorrerá el cráter de Bahía de los Arcoiris una vez que aterrice, pues la zona es lo suficientemente plana para facilitar el proceso. Ahí realizará pruebas geológicas durante tres meses.

El robot asiático alcanza una velocidad máxima de 200 metros por hora y pesa 140 kilogramos, tiene cuatro cámaras y utilizará dos brazos con movimiento para tomar muestras del suelo selenita.

Durante su permanencia en el satélite, hará observaciones de la plasmasfera (una capa de gas ionizado que rodea la Tierra). Para poder hacerlo, instalará un telescopio.

Solamente dos países han conseguido explorar la superficie lunar, Estados Unidos y la antigua Unión Soviética. Por lo tanto, China se convertiría en la tercera nación en lograrlo.

En un par de semanas se dará a conocer si la misión fue exitosa, pero el gigante asiático no es el único con miras en el satélite y sus ambiciones espaciales no se detienen en la superficie selenita, ya que esta misión tan solo es una escala…

A la Luna… y más allá

China planea enviar dos sondas más: una en el 2015 y otra en el 2017. Esta última traería de regreso a “Yutu”. Y más adelante, aunque aún no se ha definido una fecha, la idea de los chinos es enviar astronautas a explorar el lugar.

Y es que la Luna no es la meta final de las exploraciones, que son una especie de ensayo –aunque se reconocen como logros en sí mismos– para el objetivo du jour: el Planeta Rojo.

“La exploración espacial china no se va a detener en la Luna”, manifestó Sun Huixian, ingeniero jefe adjunto encargado de esta fase de la exploración lunar, “nuestro objetivo es el espacio exterior”.

Según el experto, si se completa la misión actual, esto significará que la tecnología china es capaz de examinar otros terrenos u otros planetas.

Por su parte, la India lanzó un día antes del “Yutu” el “Mangalyaan”, que viajará durante 300 días hasta alcanzar la órbita marciana.

Si completara la travesía, llegaría a Marte en septiembre del próximo año y se uniría a Europa, Rusia y Estados Unidos en la lista de las entidades que han conseguido aterrizar ahí.

Este proyecto se logró con una inversión de 75 millones de dólares, a lo largo de 15 meses, y su misión es recolectar datos que ayuden a comprender el sistema climático del planeta y buscar metano en él.

¿Por qué hacer escala?

Como hemos aludido en este espacio, enviar una nave tripulada a Marte no sería sencillo.

Entre los hallazgos que ha reportado el “Curiosity”, vehículo que la NASA envió el año pasado al Planeta Rojo, estuvo que los astronautas que hicieran el viaje se expondrían a niveles sumamente peligrosos de radiación, aún si la exploración no durara más de unos meses.

La agencia espacial estadounidense calcula que no podrá enviar astronautas a ese planeta hasta después del 2025, por las complicaciones tecnológicas que esto representa.

A pesar de ello, existe una iniciativa privada para conseguirlo (con un viaje sin regreso) en  el 2023. Inclusive  ya hay listas de espera de curiosos y atrevidos que aceptarían colonizar Marte, dejando su vida en la Tierra.

Por ello, además de las implicaciones económicas y el mayor riesgo de fracaso en estas exploraciones, países que quieren entrar a la carrera espacial comienzan sus travesías hacia la Luna.

Este hecho tiene a los creyentes de algunas populares teorías sobre el alunizaje estadounidense en 1969 a la expectativa, pues piensan que si otros países consiguen la hazaña podrán verificar si las imágenes difundidas por el país eran reales.

Menos es más

Un ejemplo indiscutible del poder de la creatividad cuando no se poseen los recursos suficientes, es el envío del “Mangalyaan” a Marte, realizado por la India.

La misión comenzó este fin de semana y culminará en septiembre del 2014, con la llegada del vehículo orbital al Planeta Rojo. Pero solo la mitad de las misiones que se han enviado con este fin han tenido éxito.

El país, cuya población es de 1.2 mil millones de personas, gastó poco menos de 75 millones de dólares (4.5 mil millones de rupias) en el proyecto, lo que representa una décima parte de la última misión norteamericana del mismo tipo.

“Llegar a Marte es un gran logro”, dijo el profesor de astronomía y astrofísica del Tata Institute of Fundamental Research, Mayank Vahia.

“Tienes que disminuir la velocidad una vez que se acerca a Marte, pero si esperas demasiado puede ser demasiado tarde”, indicó Vahia refiriéndose a la entrada a la órbita marciana, fase del viaje que falló en una prueba que Japón lanzó en 2003.

 

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