Exposición a un exceso de radiación, niveles de oxígeno elevados, aislamiento social, alteraciones fisiológicas… son solo algunos de los riesgos a los que se conoce se expondría el equipo de colonos que formaría parte del proyecto Mars One.
Esta iniciativa pretende poblar el Planeta Rojo en 2023 y, al menos hasta esta semana, el proceso que llevaría a los 16 astronautas –divididos en grupos de cuatro personas que llegarían a Marte cada dos años– marchaba en orden.
Todo comenzó con una convocatoria global lanzada en 2013. Después de rondas eliminatorias, en febrero de este año Mars One dio a conocer a los 100 finalistas de las 200 mil personas que aplicaron para formar parte de la primera misión tripulada a Marte.
Entre estos 100 finalistas está el doctor en física y astrofísica Joseph Roche, exinvestigador de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), quien en exclusiva para “Matter”, de la revista Medium, reveló una serie de problemáticas e irregularidades del colosal proyecto, comenzando con los reportes de las supuestas 200 mil solicitudes que recibió Mars One. Roche aseguró que la cifra, en realidad, es de 2 mil 761 aplicaciones.
El también profesor de la Escuela de Trinity College de Educación en Dublín acusó a la compañía holandesa de recibir dinero de algunos de los candidatos elegidos. Y dijo que en febrero, los finalistas recibieron un correo con “tips y trucos” para lidiar con solicitudes de la prensa que leía: “si se te ofrece dinero por una entrevista, acéptalo. Te pedimos amablemente que dones el 75 por ciento de tu beneficio a Mars One”.
Roche también criticó el proceso de selección. “No he conocido a nadie de Mars One en persona. Inicialmente, dijeron que habría entrevistas regionales… íbamos a viajar, seríamos entrevistados, puestos a prueba por varios días, y en mi mente eso sonaba al menos como algo que se acercó a un proceso de selección de astronautas legítimo”.
“Pero luego nos hicieron firmar un acuerdo de confidencialidad si queríamos ser entrevistados, y luego de repente cambió de ser una entrevista regional apropiada durante varios días a una llamada de 10 minutos por Skype”, dijo.
Fallaría el intento, no el sueño
En entrevista para Reporte Indigo Gilberto Jiménez, quien fue precandidato de Mars One, señaló que no es posible sacar una conclusión al momento porque “estamos lidiando con un problema de opiniones porque lo único que tenemos por parte de Mars One es su palabra (…) Ellos no han presentado evidencia en cuanto a la viabilidad de su proyecto”.
Por otro lado, “solo tenemos la opinión de Joseph Roche, que tampoco ha presentado evidencia para decir o comprobar que efectivamente solo aplicaron 2 mil 700 personas y no 200 mil”.
Jiménez consideró que tanto él, como el resto de los candidatos, debían ser “los primeros escépticos porque a fin de cuentas es nuestra vida y reputación la que está en juego”.
Y reconoció que no es el único “que estaba dentro del programa que tenía sus dudas. A mi nunca me hicieron parte de Mars One. Yo sabía lo único que sabía el público”.
Pero enfatizó que si resulta ser un fraude, espera que la noticia no desaliente a las personas y éstas abandonen su sueño o su motivación por la exploración espacial.
“Creo que todo esto fue un muy bonito experimento para darnos cuenta de que existe interés (en explorar otros mundos)”, dijo. “Pero por otro lado tengo el miedo de que si resulta que es un fraude”, se deje de apoyar a la NASA o las personas pierdan la esperanza de estudiar ingeniería aeroespacial, por ejemplo.
“Si ya hay interés y realmente es un fraude, aquí es cuando más deberíamos de trabajar por hacer que este deseo se haga realidad”, apuntó Gilberto. “Porque el deseo ya está. Si un intento es fallido, no significa que el sueño es fallido. Significa que tenemos que trabajar más duro para hacerlo realidad”.