Mariposa, arcoíris, negro y más: 9 tipos de besos que van de lo tierno a lo más atrevido

El beso es una de las muestras de afecto que se expresan más comúnmente. Lo mejor es que los hay de todo tipo; desde los más tiernos y lindos, hasta los más candentes y pasionales. Por eso hoy te contamos sobre los diferentes tipos de besos para que tengas una variedad de dónde elegir.

Actualmente sabemos que los besos son incluso buenos para nuestra salud. Entre sus beneficios encontramos que se libera dopamina y serotonina, entre otros “químicos de la felicidad”; ayuda a quemar calorías e incluso nos ayuda a comprobar la compatibilidad con nuestra pareja.

Esta lista puede ayudarte a tener ideas para probar nuevas experiencias en pareja. Si bien normalmente los besos que conocemos implican los labios, hay unos que ni siquiera involucran a nuestra boca en absoluto. Pero ya llegaremos ahí.

9 tipos de besos, desde los más tiernos a los más atrevidos

Beso esquimal: Para esta tierna muestra de afecto, ambas personas frotan las puntas de sus narices. Aparentemente surge precisamente de los esquimales, quienes por el frío extremo no pueden besarse en los labios, ya que correrían el riesgo de quedarse pegados si la saliva se congela.

Beso Francés: Probablemente el favorito de Hollywood. Este beso es conocido por ser asociado con el romance y la pasión ilimitada. En este beso, las lenguas de ambas personas entran en contacto. Por eso mismo se le conoce también como “beso de lengua”.

Beso en la mejilla: Uno de los besos más comunes. Particularmente en América Laitna incluso se acostumbra como saludo (por lo menos antes de la pandemia de COVID-19). sin embargo, suele ser contacto de mejilla con mejilla. Una forma más íntima de darlo es asegurarse de que tus labios contacten completamente el cachete de la otra persona.

Beso mariposa: Otro de los más tiernos de esta lista. Sucede cuando te acercas a otra persona y parpadeas con tus pestañas cerca de las de tu pareja. Si bien (como el esquimal) no se usan los labios, se trata de un íntimo y romántico contacto.

Beso en la frente: El favorito de muchas personas y uno de los más bellos de la lista. Suelen ser asociados a una muestra de admiración y respeto. Además, suele ser un beso que no está reservado para una pareja sexoafectiva, sino que también se usa con amistades y familiares.

A partir de aquí la lista sube un poco de tono. Sin duda, los siguientes besos son para las personas que buscan experimentar más allá de la ternura y el romance.

Además, es importante aclarar que estas prácticas incrementan los riesgos de una infección sexual, por lo que es importante tomar los cuidados pertinentes.

Beso negro: Probablemente lo conoces. Lo sé, lo sabes. Este beso consiste en realizar una estimulación anal de tu pareja. Para hacerlo de manera más segura, se recomienda utilizar una barrera de látex para evitar el contacto directo. Protip: ¡La barrera de látex puede ser de sabor!

Beso blanco: Esta práctica implica recibir en la boca la eyaculación de tu pareja. Posteriormente la llevas a la suya a través de un beso francés. Nuevamente ten en cuenta que esta práctica incrementa el riesgo de una infección sexual.

Beso rojo: Tal vez lo conozcas también como “beso del payaso”. Consiste en realizar una estimulación oral a la vagina de tu pareja durante su mestruación. En este caso también puedes utilizar una barrera de látex.

Beso arcoíris: Consiste en que dos personas realicen simultáneamente sexo oral, o lo que comunmente conocemos como “69”, durante la mesntruación. El objetivo es alcanzar un orgasmo conjunto y una vez que exista eyaculación, intercambiar dicho fluido con la sangre de la otra persona a través de un beso.

Sexo, placer y responsabilidad

Recordemos que la sexualidad existe para disfrutarse de manera libre, informada y, sobre todo, responsable. Para realizar cualquier tipo de beso de esta lista —sí, incluso los tiernos e “inocentes”—, recuerda que es necesario el consentimiento de las personas involucradas.

Asimismo, antes de realizar cualquiera de estas prácticas es necesario establecer acuerdos, límites y consideraciones previas con tu pareja; así como las prácticas de cuidado que utilizarán. Dicho esto, ¡a disfrutar!