Para muchos sería impensable, pero decenas de familias estadounidenses se están mudando a Colorado para poder dar a sus hijos –que sufren epilepsia– un controversial tratamiento con resultados sorprendentes.
Se trata de un aceite de mariguana, que se inyecta bajo la lengua de los pequeños varias veces al día, y reduce de forma drástica el número de incidentes convulsivos.
Como la sustancia es ilegal en muchos estados del país, los padres de niños con casos graves de este mal se ven obligados a trasladarse para utilizar este procedimiento.
El aceite se extrae de una variedad de la planta que tiene una carga psicotrópica mínima, llamada “Charlotte’s web”, y que, por esta característica, solía ser conocida como “La decepción de los hippies”.
El tratamiento no se ha probado científicamente, pero los padres de los niños están convencidos de su eficacia.
Algunos incluso afirman que disminuye las convulsiones entre un 70 y un 90 por ciento.
Tan fuerte es el apoyo, que el estado de Illinois se vio obligado a legalizar el uso de mariguana como tratamiento para la epilepsia infantil la semana pasada, a pesar de las protestas de quienes se rehusaban a permitir que niños tuvieran acceso a THC, la parte de la planta que tiene efectos psicotrópicos.
Sin embargo, tras concluirse que el aceite contenía una cantidad “mínima o inexistente” de THC, el congreso aprobó la medida.
Para los padres de los pequeños afectados, esto es una gran victoria.
Sobre todo para quienes se habían trasladado a Colorado y ahora pueden volver a casa.
Durante la sesión de aprobación, Adam Frederick, padre de una pequeña de 2 años que sufre epilepsia desde que tenía dos meses, que había llevado a su familia a Denver, expresó que “el día que comenzó a tomar el aceite sus ataques pasaron de 50 a solo cinco”.
Además, los efectos secundarios de las medicinas convencionales tenían terribles consecuencias sobre ella.
“Cuando consumen un coctel de medicamentos, son drogadictos”, explicó. “Comenzamos a conocer a Michaela por primera vez, y es mucho más feliz”.