Para la soprano mixe, María Reyna, el ayuuk, su lengua originaria, es melodiosa y suave, una terapia para el alma y un arrullo para el corazón. Con ella ha logrado transmitir su orgullo y pasión por la música y sus raíces oaxaqueñas.
Sin embargo, ahora la cantante originaria de Santa María Tlahuitoltepec quiere continuar este legado con las 68 lenguas originarias del país para mostrar sus riquezas, melodías y sabores a través de una serie de cápsulas en video titulada Canto a la Raíz.
“Desde mi quehacer, como María Reyna, es llevarles una canción que nos permita escuchar la musicalidad y la belleza de las lenguas de México. Hay todo un trabajo muy grande detrás, pero es satisfactorio y hermoso compartir y hacer un homenaje a las lenguas que se hablan en nuestro país, con los datos para conocerlas, para así, aprender de ellas”, externa la cantante a Reporte Índigo.
Cada domingo sube una cápsula de ocho minutos de duración, donde la soprano interpreta una canción tradicional, popular o un poema en lengua materna. El proyecto es musicalizado por Joaquín Garzón y cuenta con el apoyo de hablantes originales de las comunidades que le enseñan cada semana una lengua nueva. En estos momentos, al estar también en un proceso de composición, no niega la oportunidad de hacer una pieza especial para una lengua.
Este proyecto incluye también portar el traje tradicional, por ejemplo, recuerda Reyna que para hacer el video de la lengua rarámuri, donde interpretó la canción “Anayahuari. Los Antepasados”, de Erasmo Palma, utilizó una prenda que le regalaron las mujeres tarahumaras. Así, junto con las piezas, quiere mostrar su emoción y amor por la cultura mexicana.
“Cada vez me sorprendo y aprendo cosas nuevas. Diario estoy con la pronunciación, me graban luego de cierto tiempo hasta que me salga. Todos los días, en el tiempo que puedo, desayuno, como y ceno con la lengua que me toca en la semana” comparte María Reyna.
Los retos
Así como hay unas lenguas que puede cantar con más facilidad, como la purépecha, porque encontró ciertas similitudes al ayuuk, hay otras que se le han dificultado, como la maya, incluso, con una variante distinta al mixe que ella habla, que es de la zona alta, pero quiso experimentar y saber cómo sonaba otra variante de ese idioma en su voz.
La soprano está agradecida de hacer este proyecto, del cual, ha aprendido demasiado; además de las enseñanzas, le ha hecho tener dedicación y disciplina para mostrar a la gente toda la diversidad de lenguas que existen en México. A veces, de tanto estar aprendiendo, confiesa, no sabe qué lengua es la que comunica durante sus ensayos pero, estos esfuerzos, valen la pena.
Este proyecto, del cual ha obtenido ayuda del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), también es para rescatar muchas de las lenguas de su extinción pues algunas, actualmente, sólo cuentan con cuatro hablantes a nivel regional. Por lo que para ella es primordial que la gente conozca la riqueza lingüística del país.
“Espero que los hablantes sean abiertos y me quieran enseñar su lengua porque muchas están muriendo. No hay nada de por medio, de dinero, es de corazón. Estamos empezando con lo que tenemos a la mano, grabamos con un celular, un piano y dejando que así la voz fluya; quizá no tenga una producción, pero quiero compartirlo, que alumnos o universidades busquen en mi canal de YouTube cómo suenan las lenguas, su musicalidad, dónde se encuentran. No es fácil, pero cuando es hecho con amor, fluye, se trasmite y expande”, explica la soprano.
Para María Reyna, la respuesta de la gente es su mayor motivo para continuar con Canto a la Raíz, pues le agradecen que siga promoviendo la cultura y de tener la oportunidad de conocer las lenguas originarias; además, este proyecto le ha ayudado a seguir tejiendo una red de amistades con personas de distintas comunidades, convivir con ellas y aprender de sus enseñanzas.
La música cambió la vida de María Reyna
Navegar a través del canto, la poesía y las lenguas originarias la inspiran a continuar con este trabajo, además de tener a su gran motor, como es su familia radicada en Tlahuiltoltepec, y la que ha formado junto a su equipo de trabajo, de quienes ha aprendido el amor por la vida. La música, admite, le cambió la vida, es lo que la hace sonreír y, sin la cual, no le encuentra sentido a su vida porque es lo que hace en todo momento.
Para María Reyna la pandemia le hizo ver muchas cosas que pasaban en su comunidad porque estuvo un año en su natal “Tlahui”, para estar con su familia y realizar su primer servicio comunitario en la Secretaría de Salud.
“Me tocó ir a los montes a ver a las mamás embarazadas, compartir con mi gente, que no me vieran diferente. Mi madre me enseñó que, cuando me tocara hacer este servicio tenía que dedicarme a todo lo que una mujer mixe hace, como tortillas y tamales. Siempre trato de llevar mi vida cotidiana, que nunca se me olvide de dónde vengo”, detalla.
Después de estar 15 años luchando por su sueño, María Reyna siente que está en el proceso de dedicarse a cumplir más metas, llegar a escenarios grandes y que la Ópera Mixe sea reconocida y cantada por mucha gente.
“Estoy contenta que a mis 30 años, pueda dedicarme a mi carrera y seguir avanzando, admiro a Lila Downs, he visto cómo ha crecido, así yo también espero crecer. En algún momento trabajé como empleada doméstica, di masajes, fui maestra de canto y ahora hago conciertos, sigo aprendiendo, estoy feliz de que todo lo que he soñado se ha cumplido”, concluye la soprano María Reyna.