María José Ferrada: “Escuchar a los niños y niñas es importante en cualquier contexto”

La escritora chilena escribe su primera novela Kramp, inspirada en sus recuerdos infantiles. La crisis económica de los años 90 en su país y las desapariciones forzadas son algunos temas que se asoman en el libro que llega a México bajo el sello de Dharma Books
Abida Ventura Abida Ventura Publicado el
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De niña, la escritora chilena María José Ferrada (Chile, 1977) solía acompañar a su padre a vender a pueblos rurales en un coche destartalado. Los recuerdos de esos viajes que se desarrollaban entre carreteras desoladas y paradas en restaurantes medio abandonados fueron el detonante para su primera novela:  Kramp, que ya se puede conseguir en México bajo el sello de Dharma Books.

“Es una novela que escribí para mi padre y sus amigos, que eran vendedores viajeros como él”, dice a Reporte Índigo la autora.

Conocida por sus libros infantiles y juveniles, la narradora cuenta que conscientemente fueron esas aventuras junto a su padre vendedor las que alimentaron esta ficción, pero conforme la fue construyendo aparecieron otros temas, como la crisis económica de los años 90 en su país, las desapariciones forzadas, las fracturas emocionales.

“Vi cómo en los noventa, producto del sistema neoliberal salvaje que se instaló en Chile, ese oficio, entre otras muchas otras cosas, desaparecía. No sólo un oficio, sino una forma de relación con el mundo, muy concreta también”.

“Yo lo había pasado muy bien con ellos, porque tal como la protagonista, yo acompañaba a mi padre a vender, y nunca me he vuelto a reír tanto como en los cafés y en los  32 restaurantes destartalados donde parábamos a comer, para luego volver a tomar los autos, también destartalados, y seguir el viaje. Hasta ahí lo consciente, porque luego de manera no consciente, fueron apareciendo otros tipo de desapariciones: personas, afectos, formas de comprensión…”, añade.

En esta novela, M, una niña de siete años se salta un par de días de clases a la semana para acompañar a su padre a vender productos Kramp, la marca de herramientas de ferretería. A diferencia de sus compañeros, los amigos de M son vendedores viajeros con quienes crea una camaradería excepcional.

Desde esa mirada infantil se asoman situaciones para ella incomprensibles, como la tristeza crónica que vive su madre,  el afán de uno de los amigos de su padre de cazar fantasmas al grado de convertirse él mismo en uno, el declive de las ventas sin razón aparente y, después de un rompimiento familiar, la sensación de vacío y fractura emocional al darse cuenta de que las cosas no eran como las recordaba.

La necesidad de comprender el mundo

Periodista y escritora, Ferrada es conocida por sus libros infantiles que han sido publicados en diversos países e idiomas. Por eso no es extraño que su primera novela para adultos esté influenciada por ese universo literario.

“La historia la cuenta M, una niña que cuando comienza la novela tiene siete años…Elegí esa edad porque es el tiempo en que construyes un marco que te ayuda a dar sentido a lo que vas experimentando. Quieres respuestas para las grandes preguntas, incluso con mayor urgencia que un adulto, pero las palabras que manejas para llegar a esas respuestas, son muy concretas y M, la protagonista es así: concreta en su búsqueda.

Me gusta eso de los niños, esa necesidad de comprensión a la que intentan responder con el poco material del que disponen. Y eso creo que lo he aprendido gracias a mi trabajo como escritora de libros infantiles”, explica.

Sin embargo, escribir desde una mirada infantil una historia ambientada en Chile, en los años 70, en un  entorno de violencia, desaparición forzada y represiones, tiene sus retos.

“Un narrador niño, como M, no tiene contexto, por eso hay cosas que le parece que no calzan. Es como si el mundo estuviera desajustado. Creo que lo más difícil fue olvidarme de mi propio contexto para no darle al narrador un discurso adulto, mi discurso. Confiar en las pocas palabras y en que el lector pudiera construir lo que una niña no tendría cómo decir”, comenta.

Kramp, dice, es una novela que utiliza palabras sencillas, propias de la niña que la cuenta y que pueden ser leídas por cualquiera, incluso por lectores de 12 años. “La construcción del contexto será distinta, según el lector, pero eso no es sólo una cosa de edad, sino que tiene que ver con el mundo con el que el lector llega a esta o a cualquier obra”, dice.

Escribir desde una mirada infantil

Ferrada, que por esta novela ha ganado diversos reconocimientos literarios en su país, como el Premio a la Mejor Novela del Círculo de  Críticos de Arte, dice que su mayor interés es escribir desde la mirada de la infancia. Su segunda novela, El hombre del cartel, que llegará a México el próximo año, también está protagonizada por un niño:

“Me interesa la mirada de niños y niñas. Ese momento en que abren los ojos, miran el mundo y tienen un choque frontal. Me interesa observar qué hace ese niño o niña de ahí en adelante”.

“Silvia Plath tiene una frase muy bonita en un cuento de infancia: ‘como desde una estrella, vi, fría y sobriamente, la separación de todo’. Esa separación me interesa y también observar con qué se topa esa mirada. Y sí, lamentablemente en muchos casos se topa con la violencia y la precariedad”, añade.

Por eso, considera que en un contexto de desapariciones y marginación en Latinoamérica es importante escuchar a las infancias y sus historias.

“Escuchar a los niños y niñas es importante en cualquier contexto. No tanto por los adultos, sino por esos niños y niñas que la mayoría de las veces no son escuchados. Lo que resulta de eso es que no hay un relato mayor al que unir la experiencia. La conversación, hablar con un adulto, para un niño tiene esa función”.

“El niño o la niña dicen que tienen miedo o angustia –con alguna historia que cuentan– y entonces el adulto pone eso en contexto y ellos  ya no piensan que es raro experimentar esos sentimientos, porque se trata de cosas que todos hemos experimentado, con distinta intensidad, alguna vez. En contextos de desaparición y marginación esa urgencia de sentirse contenido por las palabras, por la historia de los demás, es aún mayor. Y si ese relato no está, entonces el niño o la niña quedan muy desamparados”, reflexiona.

Llegará a México su segunda  novela

El próximo año llegará a México su segunda novela, El hombre del cartel, que también será editada por Dharma Books.  Esta historia, explica la autora, está protagonizada por Miguel, un niño que se dedica a mirar las estrellas y a intentar comprender el mundo desde la choza que construye su tío en un cartel de Coca Cola que está camino a un aeropuerto. “Un observatorio ideal, según el niño. Aunque los adultos no piensan lo mismo”

La autora:

  • María José Ferrada nació en Temuco,  Chile, en 1977.
  • Entre sus libros infantiles destacan 12 historias minúsculas de la tierra, el cielo y el mar (2005), Un mundo raro (2017) y   El lenguaje de las cosas (2017).
  • Kramp, su primera novela, fue traducida a ocho idiomas y galardonada con los tres reconocimientos literarios chilenos : el Premio a la Mejor Novela del Círculo de  Críticos de Arte, el Premio a las Mejores Obras del Ministerio de Cultura y el Premio Municipal de Literatura de Santiago.
  • Su segunda novela se titula El hombre del cartel y llegará a México el próximo año.
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