Luego que se diera a conocer que la actriz Marcela Alcaraz había muerto por una intoxicación con Kambo durante un retiro espiritual en Durango, ella salió a desmentir la noticia pese a las miles de publicaciones en redes sociales.
¿Qué pasó?
Fue ayer cuando se dio a conocer que la actriz Marcela Alcaraz había perdido la vida por consumir Kambo durante un ritual religioso, por lo que incluso algunas productoras lamentaron el suceso en redes sociales.
No obstante, por medio de su cuenta de Instagram, la actriz compartió un video en el que aclaró que se encuentra con vida y bien de salud; pero, que sí participó en dicha ceremonia religiosa.
“Quiero aprovechar este espacio, primero para saludarlos, después para que me vean, y vean que estoy viva, y estoy bien”, dijo.
¿Cuál fue la confusión?
Marcela Alcaraz explicó que una persona sí falleció durante el ritual religioso, pero la confusión se produjo a que tiene un nombre y apellido parecido con la víctima quien se llama Marcela Alcázar.
“Tengo entendido que esta confusión deriva de que si hay una persona que falleció en estas circunstancias y su nombre es Marcela Alcazar, no sé en qué momento esta nota se convirtió, confundieron los apellidos, la verdad es que no lo sé”, añadió la actriz.
Cabe destacar que fueron los familiares y amigos de Marcela Alcázar quienes exigieron justicia para detener al presunto responsable por la intoxicación con Kambo.
¿Qué es el Kambo?
El Kambo es una sustancia secretada por una rana amazónica (Phyllomedusa bicolor) que ha ganado popularidad en ciertos círculos como una medicina tradicional.
Se aplica a través de pequeñas quemaduras en la piel y se cree que induce una purga física y emocional profunda.
Según la Fundación Oswaldo Cruz de Brasil, el kamb contiene péptidos como dermaseptinas y deltorfinas, con efectos antimicrobianos y opioides que podrían explicar sensaciones temporales de bienestar.
No obstante, los efectos de la sustancia en realidad solamente se han estudiado en ambientes controlados, por lo que sus efectos en humanos no se conocen a profundidad.
A pesar de sus defensores, el uso del Kambo no está exento de riesgos graves que pueden incluso conducir a la muerte.