Maratón de Cine Nocturno que sobrevive a la medianoche
Desde 1999, Jorge Grajales programa el Maratón de Cine Nocturno en el Centro Cultural José Marti, el cual ha subsistido por distintas administraciones en la Ciudad de México; el promotor cultural declara que este es un acto de resistencia que poco a poco convalece a falta de nuevos públicos
Hidalgo NeiraEn el corazón de la Ciudad de México, apenas a unos pasos del metro Hidalgo, al llegar la noche del viernes comienza a reunirse la gente, a las 21:00 horas, en el enrejado del Centro Cultural José Martí, con la finalidad de entrar al Maratón de Cine Nocturno.
Con un costo de 38 pesos cualquiera es bienvenido al auditorio del recinto, el cual puede albergar a 100 personas; sin embargo, apenas se llena un 10 por ciento de su capacidad.
Puntualmente, Jorge Grajales da la bienvenida a los presentes, quienes algunos comienzan a pernoctar desde antes de que inicie la primera función, pero eso no desanima al gestor cultural, quien está dispuesto a vivir la experiencia, que desde hace dos décadas le dedica su completa pasión profesional.
Desde inicios de los años 90, Grajales comenzó a tener interés por películas fuera de lo comercial y el compartir esa experiencia lo llevó a crear cineclubes en el CCH Azapotzalco, pasando por Orfeó Català y después en el Centro Cultural José Martí, que tras haber sido invitado por Juan Manuel García-Junco Machado “H. Pascal”, quien organizaba una feria de literatura fantástica en el lugar, se llevó a cabo un maratón nocturno de cine.
Al realizar dos ciclos fílmicos de pernocta de prueba en 1999, con Víctor Dagon y la directora Gladys Robles, Grajales se aventuró a instaurar formalmente el Maratón de Cine Nocturno en el foro cultural, a partir de julio del mismo año.
“Ese primer maratón se llamaba ‘Hematófagos, vampiros sin colmillos’, eran cinco películas que hablaban de esta curiosa variación de personajes (…) El día que se celebró, a las dirigentes del Martí se les había olvidado y habían programado un ciclo de películas de Roman Polanski, así que se llegó a un consenso de mostrar una de Polanski y luego nuestro maratón, porque había llegado mucha más gente al ciclo de horror que organizamos”, recuerda Grajales.
Veinte años han pasado desde ese suceso, Dagon se retiró de la programación, H. Pascal falleció y Grajales, ahora de 45 años, continúa haciendo no sólo el Maratón Nocturno de Cine Alternativo, sino otra actividad extendida de medianoche del séptimo arte clásico.
Grajales considera que continuar estos ciclos es como construir una última trinchera para seguir manteniendo el espíritu vivo de un cineclub que cada vez más está destinado a su posible fenecimiento.
“La labor del cineclub hoy en día es un acto de resistencia, de estar empecinados a proyectar estas identidades nacionales fílmicas, en cine de arte, o de otras latitudes, que es importante conocer”, comparte.
Pese a los cambios de administración local en la Ciudad de México, y en la Secretaría de Cultura capitalina, Grajales y los maratones subsisten, aunque sea en condiciones de práctico olvido de la sociedad, que prefiere pagar por un boleto comercial.
Interrupciones al maratón de Cine Nocturno
Diagnosticado con debilidad visual, Grajales llegó a extenuarse de su labor de los maratones, era tal su pasión que subtituló largometrajes que se exhibían en la sala José Martí, por lo que decidió suspender actividades alrededor de 2006, reanudándolas seis años después.
“Dejé varios años de estar proyectando, precisamente por lo mismo, para mí ya era una labor bastante complicada (…) Regresé en el 2012 con nuevos bríos, después de varios años de no estar en esta actividad, de proyectar este cine que no era tan conocido”, conversa Grajales.
Nunca se han suspendido definitivamente las sesiones nocturnas realizadas por Grajales, el máximo periodo que han estado en incertidumbre ha sido de tres meses, lo que pasó a inicio de 2019 con la entrada de la administración morenista, pero el promotor cultural cree que se tiene asegurado el apoyo de la actual jefa de la Ciudad de México.
Tributo al curador
En 2014, la entonces estudiante Gabriele Ivette Sandoval Torres hizo el cortometraje documental El rey del otro cine, dedicado al trabajo de Grajales, este testimonial puede ser visto de manera gratuita en YouTube.