El momento Gattaca

En 1997 Hollywood presentó un mundo futuro que parecía imposible, “Gattaca” fue el filme de Andrew Niccol que planteaba que los humanos serían modificados genéticamente desde antes de su nacimiento y que los niños ahora serían de probeta para así eliminar enfermedades hereditarias o posibles adicciones al crecer.

Ese futuro alterno es hoy y cada vez es más posible, ya que Estados Unidos logró por primera vez editar embriones humanos con la técnica de CRISPR, desde la Universidad de Salud y Ciencia de Oregon, en Portland.

Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
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Años tiempo que tiene de usarse el sistema CRISPR en el mundo
“Yo llevo haciendo investigación más de 25 años y hace 20 años no lo hubiera ni siquiera visualizado, no lo hubiera imaginado, pero hoy en día pienso que es posible”
Félix RecillasJefe del departamento de genética molecular del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM
El manejo genético actualmente sigue siendo in vitro, aunque cada vez estamos más cerca de hacer la manipulación directamente en humanos

En 1997 Hollywood presentó un mundo futuro que parecía imposible, “Gattaca” fue el filme de Andrew Niccol que planteaba que los humanos serían modificados genéticamente desde antes de su nacimiento y que los niños ahora serían de probeta para así eliminar enfermedades hereditarias o posibles adicciones al crecer.

Ese futuro alterno es hoy y cada vez es más posible, ya que Estados Unidos logró por primera vez editar embriones humanos con la técnica de CRISPR, desde la Universidad de Salud y Ciencia de Oregon, en Portland.

La investigación a cargo de Shoukhrat Mitalipov sigue todavía en proceso, ya que según publicó Techology Review del MIT, pronto se darán a conocer los resultados del experimento.

Sin embargo, la comunidad científica internacional ya arguye respecto al tema.

“Yo llevo haciendo investigación más de 25 años y hace 20 años no lo hubiera ni siquiera visualizado, no lo hubiera imaginado, pero hoy en día pienso que es posible”, dice en entrevista para Reporte Indigo Félix Recillas, jefe del departamento de genética molecular del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Aunque la manipulación a nivel celular no es algo nuevo en el mundo, el hecho de que se haga con embriones humanos es un parteaguas en la actualidad. Y no solo Estados Unidos está tras esta carrera genómica ya que, por increíble que parezca, va un paso atrás.

China primero, EU después

En 2015 China logró ser el pionero en cuanto a edición genómica se trata, ya que manipuló con éxito embriones humanos. Desde entonces, la discusión ha girado en torno a si esto debe ser ético o no para la comunidad científica.

El “dragón asiático” cuenta con legislaciones laxas que le permiten tener este tipo de experimentaciones y se encuentran recabando información biométrica de más de 40 millones de individuos, lo que también se ha convertido en una alerta porque atenta contra la privacidad de las personas.

“Los chinos lo que hicieron fue tomar embriones de abortos (…) una gran diferencia entre China y Estados Unidos es que las legislaciones, por ejemplo, en Estados Unidos o Europa son más rigurosas. Esa es una de las razones por las cuales ellos empezaron también, porque ahí no son tan rígidos”, señala el investigador.

¿Cómo se edita el ADN?

El sistema de edición genómica conocido como CRISPR lleva utilizándose desde hace casi dos décadas, antes el genoma solo se podía editar fuera de la célula, pero con esta tecnología ya ocurre al interior de la misma.

“Tiene una gama impresionante de aplicaciones, que van desde modificar una secuencia del ADN, hasta incorporar más secuencias en el ADN, es decir modificar genéticamente los genomas de los organismos, ¿qué quiere decir esto? Que uno puede modificar una mosca, un ratón, una levadura”, aclara Recillas.

En las manos de ¿Dios?

El manejo genético actualmente sigue siendo in vitro, aunque cada vez estamos más cerca de hacer la manipulación directamente en humanos, pero la ética y la moral se interponen como temas tabú en este avance científico.

“Creo que la naturaleza y la evolución hasta estos momentos tiene una razón de ser. Siempre he pensado que la naturaleza es sabia y es tan sabia porque es perfecta”, comenta el mexicano.

El académico pronuncia que las doctoras Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier –quienes fueron pioneras en utilizar el sistema CRISPR– están cerca de obtener el galardón de la Academia sueca este año.

“Están cerca de obtener el Premio Nobel con estos hallazgos, a ese nivel de la relevancia es este sistema”, augura.

Recillas se opone personalmente a la manipulación de embriones humanos y explica que se requiere una legislación estricta en México para evitar incertidumbres, además de que técnicamente todavía hay aspectos deficientes al usar CRISPR.

“Ahora, el modificar a los genomas con estos sistemas de edición genómica modernos, creo que sí tendría un sentido en función de las enfermedades, ese es el área que yo creo que sí vale la pena y que a lo mejor en un futuro dado amerita su aplicación directa”, comparte.

México: hay que legislar

El genetista aplaude que en México ya se utiliza el sistema CRISPR para estudiar la manipulación de células, pero hasta donde él sabe no se están manipulando embriones humanos.

“No creo que sea correcto porque tendría que pasar por muchos protocolos éticos y de manipulación genómica previos para ser autorizados a hacer esto (…) Creo que sí estamos lejos de eso en México”, argumenta.

Antes de adelantarnos a la emoción y empezar a experimentar con embriones humanos a diestra y siniestra en el país, Recillas insiste en que se necesitan tener leyes que dispongan un protocolo firme para este propósito.

“Creo que hay que legislarlo (…) Tenemos que ser muy cuidadosos de cómo se manipula esto y hasta qué nivel se puede manipular. Yo creo que desde mi punto de vista de manipulación para diagnóstico o futuros tratamientos terapéuticos de alguna enfermedad muy particular, que sea muy bien caracterizada y que se conozcan todos los parámetros de forma perfecta, me parece que sería una contribución notable”, recalca.

De la ficción a la realidad

“Gattaca” (1997) cuenta la historia de Vincent Freeman (Ethan Hawke), un hombre que fue concebido y nació “a la antigüita” en un futuro donde los padres tienen a sus hijos con la ayuda de laboratorios que editan los genes para evitar enfermedades, por lo que él carga con los problemas genéticos de sus progenitores.

Vincent es discriminado por su mala genética y se le imposibilita su sueño de ir al espacio, por lo que recurre a un método poco ético, el suplantar la identidad de Jerome Morrow (Jude Law) con su consentimiento para lograr entrar a Gattaca y hacer una misión espacial.

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