Mal nombre, buena música
En 2013 hay dos nuevas bandas cuyos nombre son un par de juegos de palabras bastante malos: Foxygen y Wampire. Cual es el peor de los dos es algo que pueden juzgar por ustedes mismos.
Afortunadamente para ambos, la música los salva de ser recordados por su desafortunado nombre.
Wampire, siento desilusionarlos, no es una banda tributo a “Twilight” y Wham!. El grupo es un dueto de seguidores de la escuela lo-fi de John Maus y la diva del indie, Ariel Pink.
Esteban Castro
En 2013 hay dos nuevas bandas cuyos nombre son un par de juegos de palabras bastante malos: Foxygen y Wampire. Cual es el peor de los dos es algo que pueden juzgar por ustedes mismos.
Afortunadamente para ambos, la música los salva de ser recordados por su desafortunado nombre.
Wampire, siento desilusionarlos, no es una banda tributo a “Twilight” y Wham!. El grupo es un dueto de seguidores de la escuela lo-fi de John Maus y la diva del indie, Ariel Pink.
Además, son especialistas en crear ominosas canciones bailables cargadas de órganos, y para ejemplo está “The Hearse”. La música de esta joven banda está siendo producida por Unknown Mortal Orchestra, otros hijos pródigos de Portlandia. “Curiosity”, su disco debut, estará disponible a partir de mayo.
Más al sur se encuentra Foxygen, una banda formada en Los Ángeles por Sam France y Jonathan Rado, un par de amigos de la adolescencia. Su ambiciosamente titulado disco debut “We Are the 21st Century Ambassadors of Peace & Magic”, parece estar construido para mantenerte adivinando constantemente la gran cantidad de referencias musicales que usan en sus canciones.
A lo largo del disco hay trazos de Tony Bennett en las letras de “San Francisco”; el Dylan de “Blood On The Tracks” aparece en las afectaciones de la voz en ciertas canciones como “No Destruction”; y en la producción, suenan a un MGMT más relajado.
Sea cuál sea la suerte de estas bandas más allá de este verano, que por cierto comparten gira por Estados Unidos, quizá tener un mal juego de palabras como nombre no sea tan mala idea. Por lo menos le funcionó a la banda más famosa de todos los tiempos.