Con una carrera musical en acenso desde que comenzó en 2017, Lysa da Silva tomó el nombre artístico de Lyzza y dejó Brasil para conquistar el mundo con su talento, que primero inició en las consolas y tornamesas como DJ; después se mudó a Amsterdam, donde también tuvo el apoyo de la comunidad LGBT+.
Una pandemia y tres EPs después, Lyzza está de regreso este año con Mosquito, mezcla de 10 temas que la artista no cataloga del todo como indie pop, pero tampoco como trap, ya que busca encontrar su propio sonido en la industria musical.
“¿Cómo defino mi música? Hmmm, honestamente en este punto prefiero que la gente sea la que la nombre, aunque sí tengo muchas referencias pop, pero, al mismo tiempo, el pop de la radio es ahora muy aburrido y creo que la gente ya no conecta del todo con eso, por eso busco el que podamos tener otro tipo de interacción, porque sabemos que la industria empuja muchas veces a que los artistas hagan música que se pueda hacer viral”, comparte la compositora de 23 años.
Además, Lyzza es políglota, lo que se refleja en sus canciones; bien puede hablar en inglés o español, y de acuerdo con Spotify, gran parte de sus escuchas están en Madrid, España, y Berlín, Alemania. A ella le importa visibilizar que no es como el resto de las artistas.
“Creo que, al ser una inmigrante negra en Europa que en parte creció en Brasil, ha sido algo que siempre se refleja en mi música, de que ya no estoy en casa y, definitivamente, tomo mis ideas de un concepto como de diáspora, de que hay muchas personas en el mundo que somos así, podrás no saber de dónde vienen o que no viven en el mismo país que sus familias, y eso me pasó a mí”, agrega la artista afrodescendiente, en videollamada.
Lyzza hace música para estas personas que se podrían sentir incomprendidas, que son nómadas, aunque en general quiere que sus canciones sean universales, donde el mensaje sea claro: puedes ser un paria, pero te puedes tener una identidad y tú defines quién eres, no la sociedad.
“Creo que muchas personas se sienten incomprendidas o no aceptadas en su entorno, son como nómadas y por eso les puede ser fácil adentrarse en mi música, porque no quiero basarme en hablarle a una audiencia en específico de un país, tampoco tengo un género específico, todo es más acerca de las emociones”, platica, entre risas, la cantante a Reporte Índigo.
En este momento postpandémico, en el que cada vez más mujeres de cualquier grupo étnico se empoderan a través del arte, Lyzza aplaude que haya dichas oportunidades, pero también resalta que hay más trabajo que hacer a futuro.
“Es un momento grandioso para las mujeres en la música, pero reconozco que no estamos del todo ahí, estoy intentando con este proyecto romper estos prejuicios y romper las barreras, sean las que me quieran encasillar, por ejemplo, con mi sencillo anterior ‘Deserve it’, pues pasó eso, era yo intentando hacer R&B, o sea, una chica negra más haciendo este género, pues porque eso es lo que se esperaba”, dice la DJ.
Mosquito llegará el 16 de septiembre a plataformas digitales y para promocionar el proyecto Lyzza ha estado liberando videoblogs en sus redes sociales sobre cómo ha sido el proceso creativo de esta producción que ha surgido de manera independiente.
Colaboración de ensueño
Lyzza tiene la mira en alto para sus proyectos a futuro, ya que quisiera lograr colaboraciones en sus canciones con cantautoras como Santigold, quien es reconocida en la escena electrónica, new wave y del reggae fusión, además de que es afrodescendiente; sin embargo, también piensa en otra artista que es un gran ícono pop.
“Me gustaría mucho hacer algo con Lady Gaga y es que recuerdo que en 2009, en su álbum The Fame Monster (2009), todavía hacía cosas locas y beats experimentales; ahora con lo que ha publicado en línea creo que volvió a esas rutas con los mismos creadores con los que empezó, me gustaría hacer algo experimental de pop con ella y también Grimes sería un sueño”, expresa.
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