La serie fotográfica La Verdadera Historia de los Superhéroes, de Dulce Pinzón, fue seleccionada para formar parte de la colección permanente del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC).
Esta serie, que consiste en 19 fotografías, visibiliza a los migrantes en Estados Unidos, convirtiéndolos en superhéroes e integrándolos a escenas de su trajín cotidiano vestidos con los uniformes de famosos personajes de la cultura norteamericana.
Cada uno de los personajes tiene su propia historia, su labor fundamental en la sociedad estadounidense y sus “súper poderes”, como el de enviar remesas a sus comunidades de origen.
Pinzón cuenta que la serie fotográfica surgió hace bastantes años, cuando ella vivía en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos. A ese lugar llegó cuando tenía 19 años a estudiar fotografía, buscaba herramientas para poder realizar mejor sus proyectos.
“Sabía que era una artista visual en formación y que necesitaba tener ciertas herramientas, también quería estar fuera del núcleo familiar para crecer y desarrollarme. Cuando llegué allá me di cuenta que el fenómeno migratorio estaba in crescendo por las políticas públicas y el contexto que se vivía en la década de los 90”, platica la fotógrafa, en entrevista con Reporte Índigo.
Así fue como se dio cuenta de que era una comunidad muy activa y cada vez más numerosa que trabaja generalmente en condiciones de anonimato. Además, dice, le sorprendía leer que las remesas que ellos mandaban en forma periódica y con mucho cariño a sus comunidades de origen eran cifras que a veces superaban el dinero de la venta del petróleo mexicano.
“Esta lectura me hizo repensar la idea de los migrantes tal y como se muestra en los discursos públicos de los candidatos que buscan la presidencia de ambos países, México y Estados Unidos, porque siempre los ponen en sus agendas, pero después los olvidan, se convierten en temas incómodos” indica Dulce.
Después del atentado en contra de las Torres Gemelas, la artista visual asegura que vio de una manera exacerbada la idea del migrante como un elemento no deseado para los ciudadanos de los Estados Unidos, mientras que el concepto de heroísmo se les achacaba a los policías, a las enfermeras y a las personas que estaban en el frente de la batalla, cuando surge esta emergencia de seguridad.
“Me doy cuenta que si tengo la herramienta de la fotografía para hacer un discurso pues era el momento para hacerlo y revertir estos valores que se les estaban atribuyendo a las enfermeras y a los policías y llevarlos a los migrantes; así es como comienzo este proyecto”, recuerda la fotógrafa.
Detrás de las imágenes de los Superhéroes
Para poder realizar esta serie fotográfica, Dulce Pinzón le pidió apoyo a colaboradores cercanos, a estudiantes y a personas que había ayudado a tener mejores condiciones laborales.
Mientras que los trajes los fue buscando, los mandó a confeccionar. Investigó para saber cuáles eran los principales superhéroes y sus poderes para poderlos emparejar lo mejor posible con el tipo de trabajo que estaban realizando los migrantes.
“Agradezco mucho el hecho de que me hayan dado la confianza para participar en este proyecto que implicaba sacarlos del anonimato y ponerlos en una posición incómoda por el uso del traje, pero también peligrosa por su estatus migratorio; sin embargo, sabían que el proyecto era importante y que ellos estaban siendo muy valientes, porque lo que se necesitaba era sacar a la luz esas problemática sociales”, explica Dulce.
La artista visual tardó 10 años en completar este trabajo, porque habían escenas que implicaban grandes riesgos, como la de Spider-Man, ya que había que subirse a lo alto de un edificio con ciertas características; además, al ser una serie con fotografías análogas requería más planeación y producción.
“Cada una implicó un cierto challege, el primero que fotografié fue al Chapulín Colorado, obviamente ese implicó el entender las características del propio proyecto y de las necesidades a nivel técnico, pero más a nivel psicológico, por la idea de poner a una persona con una identidad real vestida con un traje así en su trajín cotidiano”, explica.
Además de buscar fotografías con ciertos valores estéticos, Dulce Pinzón tuvo que entender que se estaba convirtiendo en una constructora narrativa que implicaba trabajar con la psicología, el ambiente y los aspectos técnicos.
La imagen de Spider-Man se convirtió en una de las más icónicas de la serie, por el grado de riesgo. Pinzón recuerda que tardó casi seis años en programarla, porque no encontraba a una persona que tuviera las características y las herramientas necesarias para realizar el trabajo, pero sobre todo no hallaba un edificio con un dueño lo suficientemente sensible al proyecto para que les diera permiso de colgarse.
Al ir trabajando más de cerca con la comunidad de migrantes latinos y darse cuenta que necesitaban apoyos en empoderamiento, Dulce comenzó a estudiar Derecho laboral y a trabajar en campañas con procuradores de justicia, eso le ayudó a poder relacionarse con ellos de una forma distinta.
La Verdadera Historia de los Superhéroes busca que la gente reflexione sobre quiénes realmente son las personas que dejan su vida detrás para seguir un sueño, una mejor vida para ellos y para los suyos; y que se pregunte por qué hay un país que los expulsa y otro que los absorbe, pero en ninguno hay un reconocimiento.
“La migración no sólo es un tema que compete a Estados Unidos, sino a todos los mexicanos, ya que nos debemos al dinero de las remesas, porque sin ese sustento que fluye constantemente, ¿cómo estaría realmente este país?”, se pregunta la artista.
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