‘Los títeres han resistido guerras’, compañía La Bruja
La compañía familiar La Bruja se ha dedicado durante tres generaciones a preservar y difundir la herencia titiritera de la ciudad de Huamantla, Tlaxcala. Alberto Orozco, su actual director, cuenta sus experiencias
Karina CoronaHubo una época, entre los años 1835 y 1942, cuando llegaban a Huamantla, Tlaxcala, una gran variedad de carpas de teatro de títeres, recuerda la Compañía Rosete Aranda, la cual realizó espectáculos a los que asistieron personalidades como Benito Juárez y Porfirio Díaz.
La compañía incluso logró realizar presentaciones durante la Revolución Mexicana, y al término de ésta, llegó al cine nacional y la televisión, en donde hizo títeres para las zarzuelas donde actuaba Enrique Alonso “Cachirulo”.
Toda esta historia es motivo de orgullo para los habitantes de Huamantla, especialmente para la familia de Alberto Orozco, quienes durante tres generaciones han heredado esta pasión y amor para dedicarse al teatro de títeres con su compañía La Bruja.
Orozco, quien es el actual director de la compañía, cuenta que él empezó a la edad de ocho años, cuando iba a las funciones de uno de sus hermanos en el Museo Nacional del Títere. Empezó siendo suplente pero, en vez de verlo como un trabajo, siempre lo tomó como un juego, como lo continúa haciendo hasta la fecha pues considera que los titiriteros son niños eternos.
“Como yo era muy chiquito y delgadito era el de la tramoya, el que cabía para meter telones, hacer el cambio de toda la utilería, mi cuerpo se prestaba para eso. Y en mi casa siempre hemos visto lo mismo, tengo un hermano que es cantante de ópera, mi mamá es pintora, mi papá era pintor y guitarrista, así que es algo que hemos hecho y visto toda la vida durante generaciones”, relata Alberto Orozco.
La compañía La Bruja preserva la cruceta mexicana, técnica que aprendieron de los Rosete Aranda y, con la cual, rescatan la usanza antigua del teatro de títeres; junto con música en vivo, realizan efectos rompiendo botellas, sacudiendo láminas, todo para que la gente disfrute y se sorprenda junto con ellos.
Para Orozco, su trabajo reúne todas las bellas artes: pintura para pintar al títere, la escultura y la danza porque son piezas en movimiento, la arquitectura pensada para que los títeres estén bien articulados y el canto para darle voz a las piezas.
Su trabajo con títeres
Todos sus títeres y música son creaciones propias, pueden montar desde leyendas mexicanas, a las peleas de gallos, corridas de toros, o bien, emulan danzas típicas como la de Los Diablos, del Venado, Las Tehuanas, Los viejitos, hasta personajes de la cultura mexicana como los artistas Frida Kahlo y Diego Rivera; o un espectáculo con canciones de Chava Flores. Además, tienen réplicas de los cuadros y grabados del pintor José Guadalupe Posada.
“Nos gusta hacer cuadros costumbristas e históricos, hemos hecho cosas del teatro popular inglés, pero lo nuestro es lo mexicano. Gracias a eso, nuestro trabajo ha ido a otras partes del mundo, la gente lo ve y se identifica por la historia, dicen ‘eso somos nosotros’. Hacía el exterior tiene un boom fuertísimo, el hecho de ver 40 calaveras bailando en bicicleta es muy impactante para la gente, y más para los extranjeros”, explica.
Alberto lamenta que las nuevas generaciones ya no se interesen por hacer teatro de títeres, por ello, cree importante emplear las nuevas tecnologías para provocar el interés en los niños y puedan admirar una función, así la tradición no se perderá.
“Nosotros tenemos un taller a tres calles de la ciudad de Huamantla, ahí sacamos las piezas al Sol para que se sequen, y muchos se asoman, así hemos logrado que muchos niños nos vean cuando estamos ensayando o muriéndonos de risa con los títeres y nos llegan a decir que ellos, cuando sean grandes, quieren ser titiriteros, eso ha sido una gran labor que hemos hecho porque creemos que hay que revalorar y recordar todo eso y, acompañado con la nueva tecnología, esto será un boom”, narra.
La pandemia cambió drásticamente su forma de vida, antes se dedicaban todos los días a dar un taller, a ofrecer un espectáculo en una escuela o ir a una comunidad. Sin embargo, ahora tuvieron que adaptar sus funciones y talleres para las plataformas digitales.
“Para mí, sí fue un choque muy duro porque hace poco nos contrató el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca para hacer una función, lo primero que vi fue la cámara y como lo hice desde la sala de mi casa, el no tener la respuesta del público hizo que me costara mucho trabajo, lo reconozco, porque estaba acostumbrado a tener la reacción, pero me tuve que adaptar”, detalla.
Algo positivo que destaca el director de La Bruja es la magnitud que alcanzó su compañía en las redes sociales, pues antes ofrecían talleres a 40 personas, y ahora, al hacerlo vía streamig, han tenido hasta mil personas conectadas de países como Alemania y China.
“Los títeres han resistido guerras y han sido perseguidos, durante la Inquisición los titiriteros fueron llevados a la hoguera por ser considerados brujos, por ello, debemos resistir y la manera de hacerlo es cada uno desde su propia trinchera, dejándole la herencia a las nuevas generaciones, no hay que ser celosos porque ni mi familia ni yo vamos a ser eternos y qué mejor que esta tradición siga”, concluye.
El equipo
La Bruja está integrada por tres generaciones de artistas enfocados en diferentes disciplinas, desde la música y las letras, hasta las artes plásticas. Alberto Orozco es creador y manipulador de títeres; sus hermanos y sobrinos también son los encargados del manejo de los títeres y de la escenografía; mientras que su mamá, Aída García, confecciona y borda los trajes sus títeres.
Únete a la familia
Actualmente, cuentan con poco más de mil 200 títeres de personajes emblemáticos de la cultura e historia mexicana como Frida Kahlo, Diego Rivera, Emiliano Zapata y “Pancho” Villa
Facebook: @labrujahuamantla