Los segundos hijos tienden a delinquir pero también a ser más sanos

Se cree que la diferencia radica en el tiempo que los padres dedican en la crianza de cada hijo.
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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Un estudio realizado por investigadores del MIT descubrió que los segundos hijos tienden al crimen en un porcentaje significativamente más alto que los primeros hijos de una familia. 

La investigación buscaba descubrir qué tanto influye el orden de nacimiento para que una persona desarrolle conductas delictivas y por qué. Es importante recalcar que el estudio se enfocó en segundos hijos hombres, sin importar si su hermano mayor era hombre o mujer.

El estudio se basó en la información recabada en Florida y Dinamarca, dos entidades ricas pero muy distintas. Se analizaron datos como los antecedentes familiares y de infancia que pudieran haber influido en quienes han delinquido. Se recopiló información sobre el involucramiento de la madre en la educación, el origen de los padres y cuántos años de diferencia había entre los hermanos de los delincuentes, por ejemplo. 

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A través de esta información se descubrieron patrones de delincuencia temprana en los antecedente de los criminales como problemas de conducta y abstencionismo en secundaria. 

Los resultados en ambas entidades revelaron que los hijos segundos son más propensos a presentar conductas delictivas comparados con sus hermanos mayores, con un rango de 25 a 40 por ciento más. Esto se debe en gran parte a las diferencias en la crianza que experimentan los diferentes hijos, sin importar que tengan los mismos papás. 

Uno de los investigadores, Joseph Doyle, apuntó que el hecho de que los hermanos segundos tiendan al crimen puede también deberse a que es común que los hijos mayores se encarguen de parte de la crianza de los menores. 

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No todas son malas noticias, de acuerdo a la evidencia los segundos hijos parecen ser más saludables al momento de nacer y tener menores índices de discapacidad en la infancia. 

De acuerdo a los datos, la tendencia a conductas delictivas no tiene que ver con lo que se gasta en la educación de los hijos puesto que normalmente asisten a escuelas del mismo nivel y tienden a asistir a clases antes de iniciar el kínder. Se cree que las diferencias decisivas podrían estar en la atención parental que recibe cada hijo, ya que los segundos comúnmente gozan de menor atención maternal. Aunado a esto los primeros hijos no comparten la atención de los padres, mientras que el segundo sí, según indica el estudio.

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