Los rostros del actor Christian Vázquez
Tras participar en proyectos como Te llevo conmigo, donde le da vida a un hombre homosexual, y Yo Fausto, en la que tuvo que adentrarse al estudio de la esquizofrenia, el actor tapatío comparte su experiencia y asegura que siempre intenta acercarse a papeles que lo saquen de su zona de confort
Fernanda MuñozChristian Vázquez comparte su experiencia y asegura que siempre intenta acercarse a papeles que lo saquen de su zona de confort.
¿Te imaginas encontrar al amor de tu vida y tener que dejarlo por lo que dice la sociedad? Eso hizo Iván, un joven mexicano que viaja a Estados Unidos tras prometerle a Gerardo, su pareja, que algún día regresará.
Pero Iván no solo tenía en México a Gerardo, con quien había vivido su primera experiencia homosexual, sino a su hija, una niña que lo impulsó toda su vida para ser uno de los mejores cocineros y una mejor persona.
Esta historia es real y este 2020 llegó a las pantallas de los cines bajo el nombre de Te llevo conmigo, una película protagonizada por Armando Espitia, como Iván, y Christian Vázquez, quien dio vida a Gerardo.
Además, para el actor de origen tapatío, cuando un amor es tan contundente y tan poderoso se pueden mover montañas, sobre todo porque cuando este sentimiento entra y se manifiesta de manera honesta, puede llegar a ser un arma letal a favor de lo que se quiere hacer, como la relación entre Iván y Gerardo.
Respecto a ser parte de un proyecto que le da voz a la comunidad LGBT en pleno siglo XXI, Christian admite que sin duda actualmente debería haber más inclusión, y no solo en el presente, sino desde siempre.
En entrevista, considera que estas trabas sociales van mucho con una cuestión cultural, poniendo de ejemplo que, a diferencia de otros escenarios, en Estados Unidos esta historia basada en hechos reales fue muy bien recibida.
“Entonces creo que como sociedad nos hace falta como voltearnos a ver y cuestionarnos, de repente ver qué es lo que nos choca, porque también eso es lo que nos checa”, dice el actor.
Al hablar de su trabajo junto a Armando, Christian detalla que entre ambos había una añoranza tal que fue muy bonito verla en pantalla, pues ahí pudieron darse cuenta de cómo empezó todo entre las personas a quienes interpretaron y cómo son en la actualidad.
“Cuando tuve oportunidad de conocerlos yo les decía ‘es que su historia es un Romeo y Julieta contemporáneo por todo lo que conlleva, por todo lo que han tenido que pasar, por lo que han tenido que dejar atrás y por todo lo que han luchado para llegar hasta donde están’. Y sí, fue un proyecto muy entrañable y muy generoso en todos los sentidos”, añade Vázquez.
Mientras que en su estreno en el Festival de Cine de Sundance Te llevo conmigo ganó la categoría de Mejor Película y Premio del Público, se espera que en la próxima emisión de los Oscar también logre obtener diferentes galardones, como el de Mejor Actor de reparto para Christian.
Christian Vázquez, lejos de la zona de confort
Además de Te llevo conmigo, este actor ha sido parte del cast de múltiples series y películas, y entre las características que lideran su trabajo es que no suele repetir un personaje similar.
Christian admite que siempre que le va a dar vida a un nuevo personaje lo maneja desde el lado humano, dándole su lugar, siento empático con lo que tiene que contar, poniéndose en los zapatos del otro.
“He corrido mucho con la suerte de que los personajes que me han tocado siempre tienen una voz, siempre hay algo que quieren contar, entonces eso a mí me encanta porque también te sacan mucho de tu zona de confort y cuando un personaje trae algo que quiere transmitir y le da voz a algo en particular, la verdad eso a mí me pone muy loco porque un actor en el casting tiene que ser complaciente en mucho sentidos, y ya cuando estás en el proyecto con el director siempre un actor se convierte en una pieza clave para él, como una pieza de ajedrez”, explica el artista.
Ese tipo de desafíos los encontró en Yo Fausto, por ejemplo, una película que se presentó en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara y en la que el actor se adentró en la esquizofrenia, la enfermedad que regía al personaje central.
Para su preparación, Vázquez cuenta que acudió a un hospital en el que, con el soporte de los enfermeros y médicos, pudo entrevistar a diferentes personas esquizofrénicas, haciendo que se familiarizara con Fausto.
“Eso para mí fue clave, porque a bien o mal yo en mis entornos cercanos no tengo familiares con alguna enfermedad mental, estaba jugando un poco contra míi esa desinformación, pero como sabíamos lo que teníamos que contar, no nos podíamos quedar a medias, entonces yo le dije a Julio (Berthely, el director) ‘en este proceso no nos podemos quedar a medias porque si no no va a cuajar nada, nadie nos la va a comprar’”, relata Christian Vázquez.
Tras vivir en la piel de alguien con este tipo de enfermedad mental, el actor relata que luego de terminar de filmar sentía impotencia, tristeza, emociones encontradas, y en lo personal, aprendió a apreciar lo que tiene, sus cinco sentidos. Por ello, revela que esta película es una especie de homenaje a las personas con esta enfermedad y una puerta para hablar más del tema.