Sin instrumentos ni notas musicales, Irving Cano, Mario Espinosa y Zuleyma Zepeda hicieron música. Ellos prefirieron ingredientes. Con ayuda de carnes, pescados, helados, frutas, hierbas, chiles y demás insumos realizaron melodías culinarias que deleitaron el paladar de los asistentes. El Hotel Hard Rock Los Cabos fue el escenario para estos rockstars de la cocina.
Durante tres días los tres chefs participaron en diversas actividades en las que presentaron sus mejores platillos. En la piscina Lyric cocinaron diferentes versiones del taco, crearon pizzas con los huéspedes más pequeños en el restaurante Pizzeto, participaron en un ronqueo de atún entre las piscinas Red y Edén y elaboraron los platillos de las cenas de gala ofrecieron, además de otras tantas activaciones que se hicieron.
Camarones con una talla de chintextle y esquites asados, tartar de sandía con ponzu, alioli de jengibre y flor de cilantro con pan pita; cochinitos de piloncillo con helado de pinole acompañado de higos, mango y ciruelas; platillo mar y tierra de camarones y pork belly confitado a la mantequilla con limón, salsa de mole infusionada con frutos rojos como base y espuma de chícharo y pescado pargo rojo con puré de piña caramelizado a la mantequilla sobre salsa de chile güero con limón fueron algunos de los platillos con los que hicieron vibrar a Los Cabos.
“Estoy muy contenta de haber estado acompañada de estos dos chefs que ya tenía el honor de conocerlos desde antes y creo que su trabajo es algo que me gusta muchísimo. Más allá de la amistad y que lo estamos haciendo con mucha diversión y mucho cariño, es también una oportunidad de aprender de ellos”, asegura Zuleyma Zepeda.
Irving Cano secunda a su colega y aclara que nunca se trató de una competencia, simplemente de pasarla bien y compartir lo que les apasiona, que es la comida. Sobre el menú, Mario Espinosa comparte que Cano fue el primero que mandó su plato, luego Zuleyma y al final él. “Es como sumarte o subirte un poco a lo que ya viene para ir armando cosas que al final tengan una secuencia, respetando la esencia de cada uno”.
Los tres chefs concuerdan con que eventos como Rockstar Chefs les permiten difundir su trabajo y que más personas lo conozcan y se acerquen a él.
“También es un poco el transmitirle a la gente el trabajo que se hace detrás de una cocina e inspirar a cualquiera que se quiera unir a ser chef o estar en este medio gastronómico, creo que también funciona”, expresa Zepeda.
Sus cocinas
Irving Cano, Mario Espinosa y Zuleyma Zepeda son verdaderos rockstars de la cocina. Cada uno con su estilo, pero sin miedo de entrarle a lo que sea, han conquistado el paladar de sus comensales que los buscan en sus restaurantes.
Cano es chef ejecutivo de Tené, Trazo y Dulce 1810, en San Miguel de Allende; Zepeda es chef ejecutiva de Roca, La Mari y TRÊS; y Espinosa es dueño de Madereros, Tencüi y Magda.
Irving platica que cuando tomó la cocina de Dulce 1810 tenía un tema muy mediterráneo, algo que no dominaba del todo; sin embargo, después se dio la oportunidad de darle un giro a lo que más le gusta, que es hacer cocina mexicana.
“Básicamente me gusta agarrar inspiración de la calle, me gusta salir a investigar a los pueblos, a las zonas tradicionales y darle otro giro a lo que puede ser tu manera de ver la cocina mexicana, pero siempre adecuado a algo que sea vendible, que sea apto para el negocio, no solo es vender ideas, sueños y demás, si no tienes que hacer platillos que se vendan, porque al final es un negocio”, enfatiza Cano.
Espinosa describe que Magda es un poco más mexicano, justamente por el mercado y por la gente que vive cerca del lugar. Madereros es más al asador, a las brasas, ahí comenzó haciendo cocina española, si bien no es lo único que hace, sí mezcla estilos e ingredientes, y Tencüi maneja una propuesta gastronómica basada en hongos en la que integra técnicas.
“Al final tienes que adecuarte también mucho a la zona en donde estás y a los clientes con los que trabajas, creo que esa es una parte importante, al crear un platillo no siempre lo creas para ti, porque tienes que pensar que el platillo será para tu cliente, quien lo va a consumir, te lo va a agradecer, lo va a valorar y va a regresar a tu lugar constantemente. Eso también va un poco sobre el cuidado, cuidemos nuestros clientes, que nuestro concepto gastronómico sea para apapachar, para que se sientan realmente a gusto. Esa es mi línea de trabajo”, comparte Zuleyma.
