Los Rebeldes del Romanticismo: La mirada de Andrea Wulf

La escritora Andrea Wulf explora la vida y obra de figuras como Goethe y Schiller y su contribución al Romanticismo. En entrevista, reflexiona sobre la libertad en la sociedad actual y su compromiso con la escritura
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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Andrea Wulf recuerda su adolescencia con gran claridad: una chica que desafiaba las convenciones, que “todo lo hacía mal”.  Disfrutaba llevando la contraria a sus padres, quienes eran liberales y académicos; fue así como tomó la decisión de no asistir a la universidad y trabajar en bares a la par de explorar por sí misma el mundo de la filosofía.

Desde entonces, han pasado tres décadas, durante las cuales tuvo que trasladarse desde la India hasta Alemania y, finalmente, a Inglaterra. Se convirtió en madre a los 20 años e hizo de la escritura su forma de comprender el mundo, plantear preguntas y dudas fundamentales sobre él.

Estas experiencias, de alguna forma, la embarcaron en una aventura filosófica con el libro Los Magníficos Rebeldes (Taurus) para hablar sobre un grupo de jóvenes rebeldes, entre los que se encuentran a Goethe (Johann Wolfgang von Goethe), Schlegel (Karl Wilhelm Friedrich Schlegel), Schelling (Friedrich Wilhelm Joseph Schelling) y Novalis (Georg Philipp Friedrich von Hardenberg), a quienes nombra “El Círculo de Jena”, y dieron lugar al Romanticismo, así como a la comprensión moderna de la libertad.

“Los jóvenes son los que hacen las revoluciones, pero en particular ellos, en 1790, tenían alrededor de 20 años, sabían que iban a cambiar al mundo con sus ideas, incluso, la forma de reconocer el yo y la sociedad misma a través de sus pensamientos y voces.

“Eran muy arrogantes y decían ‘lo establecido tiene que caer para que puedan estar estas nuevas ideas’, sabían que debían destruir esta institución porque sus ideas eran mucho más importantes. Realmente estaban muy confiados, así guardaron sus cartas para tiempos futuros, porque pensaban: ‘vamos a mantenerlas para la posteridad’”. cuenta la escritora en entrevista para Reporte Índigo.

Un viaje a través de los siglos

Hace casi siete años, la autora británica-germana logró un impacto en la literatura con su ensayo La invención de la naturaleza. En este libro, convirtió la vida e investigaciones de Alexander Von Humboldt en un bestseller internacional.

Ahora, con Los Magníficos Rebeldes, Wulf ofrece una obra más profunda al adentrarse en las vidas y obras de varias figuras entrelazadas, entre las que el propio Humboldt hace aparición. Personajes como Schiller y Goethe influyeron en la concepción romántica de la naturaleza y su contribución al desarrollo del concepto del “yo”.

Wulf enfatiza que, a pesar de la aparente libertad en el mundo contemporáneo, muchas veces se ha perdido la libertad de ser verdaderamente independientes

A través del relato de sus vidas, el lector podrá asistir a historias de amor, peleas épicas, penas desgarradoras y, especialmente, ideas consideradas extremadamente radicales en torno al poder creativo del “yo”, pues, así como la autora recuerda, en Jena, y en toda Europa, se censuraba a los filósofos por sus ideas, los profesores perdían su trabajo por hablar y los dramaturgos iban a la cárcel a causa de sus obras.

“Aunque Federico ‘El Grande’ se enorgullecía de ser un rey ilustrado, incluso, en Prusia, los aristócratas varones solo podían casarse con la hija de un agricultor o artesano mediante una dispensa especial. Hasta que en 1789 llegó la Revolución Francesa, acontecimiento decisivo y radical en Europa”, detalla.

La autora decidió emprender este viaje debido a la coincidencia de que todos estuvieron en el tiempo y lugar adecuados para desencadenar una revolución de ideas.

Durante un viaje a Jena y una investigación de cinco años por las cartas de “los románticos”, Wulf decidió lanzarse a una especie de vacío y dejarse llevar por las ideas de estos jóvenes, quienes proclamaban “el libre albedrío y las trampas del egoísmo”.

“En la actualidad existe la obligación moral de ser una mejor persona para la sociedad, es decir, el libre albedrío no debe ser algo egoísta’, en realidad, debería de ser algo que funcionara para liberarnos a nosotros mismos, poder cumplir nuestros sueños, pero también tenemos la obligación moral de actuar bien, de ser mejor, un miembro productivo de la sociedad.

“Por ejemplo, la pandemia nos hizo que ahora todos estamos bajo las mismas regulaciones, teníamos que estar encerrados, cumplir con ciertos lineamientos; había gente que decía ‘no, yo quiero mi libertad, no me importa la sociedad o si los demás enferman’, eso nos puso a prueba sobre este pensamiento”, opina.

¿Existe una sociedad libre?

La historiadora y escritora Andrea Wulf no considera que la sociedad viva en plena libertad, en realidad, dice, “se ha perdido la libertad de ser independientes”. Ella vive en Inglaterra, pero expresa que, en general, se vive en un lugar donde no hay una política democrática.

Se toma el poder únicamente para el beneficio de quien lo tiene y las libertades han ido desapareciendo de manera sistemática, en todo el mundo. Pasa con las guerras y la repartición de capital, las fake news. Realmente estamos destruyendo las libertades con las cuales se luchó hace mucho. Tenemos que recordar la libertad que tenemos. Espero que este libro sea como una ventana del pasado que puede iluminar el presente y nos puede dar esperanza.

“La gente ya no quiere votar más, ya no quiere elegir, ni siquiera a quien lo represente. Entonces tenemos que recordar que tenemos una libertad y debemos ejercerla”, comenta.

Wulf menciona que, a pesar de su compromiso con la escritura individual, su trabajo también involucra discusiones, comparaciones y colaboraciones con otros escritores. Subraya que trabajar en conjunto es un ejercicio de libertad y que, aunque la labor de escritura pueda ser solitaria en ocasiones, se basa en la libertad de expresión y comunicación

“Yo no puedo trabajar para los demás, trabajo para mí, soy libre sí, pero suelo discutir sobre libros o intercambiar capítulos de libros con otros escritores. Es un trabajo en conjunto, pero puede llegar a ser muy solitario. Al principio de mi carrera tuve que sacrificar un poco de mi vida personal cuando mi hija era pequeña; antes de Humboldt tenía otros trabajos alrededor para salir adelante, pero gracias a Humboldt puedo ser libre, él me dio la libertad”, puntualiza.

La mujer que cambió la Historia

Gracias al libro Los Magníficos Rebeldes, Wulf posiciona a la intelectual alemana, Caroline Schegel, en el papel que, por muchos años fue invisibilizado: la mujer que fue el centro y motivo del encuentro de las ideas románticas. Desafortunadamente, la autora considera que hoy en día el papel de la mujer sigue invisibilizado, lo cual le preocupa y desconcierta.

“Ella llevaba la batuta en las discusiones, pedía opiniones, moderaba las reuniones. Su cuñado, Friedrich Schiller admitió que le revisaba los ensayos y le recomendaba los libros que debía leer. También escribía artículos con el nombre de su marido y tradujo 16 obras de Shakespeare, pero en ninguna figuraba su nombre.

“Tuvo muchísima suerte porque, usualmente, las cartas de mujeres se perdían, o sus esposos las quemaban. Afortunadamente, las cartas de Caroline se conservan y se puede leer que ella fue la mente detrás de muchas ideas”, platica Wulf.

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