La idea de que el perro es el mejor amigo del hombre no solo es un cuento chino que relatan los amantes de estos animales, activistas o dueños de estas mascotas.
Y es que la ciencia confirma que los perros pueden reconocer nuestro estado de ánimo. Estos animales saben cuando estamos tristes, alegres o enojados de acuerdo a nuestro tono de voz.
Pero no se trata de otro de los tantos estudios que se realizan en laboratorio para observar el comportamiento de los animales. Esta vez, en línea con el campo emergente de neurociencia canina, un equipo de investigadores de la Universidad Eötvös Loránd, en Hungría, escanearon, mediante imagen por resonancia magnética funcional (IRMf), el cerebro de 11 perros.
Tras someterlos a diversas sesiones de entrenamiento, los científicos lograron que los canes entraran voluntariamente dentro de la máquina.
“Pensamos que los perros y los humanos tienen un mecanismo similar para procesar la información emocional”, dijo a la BBC Attila Andics, autora del estudio.
Como parte del experimento, cuyos resultados fueron publicados en la revista científica Current Biology, los investigadores tocaron cientos de distintos sonidos, como aquellos propios de la expresión de emociones humanas –llanto, risas, pero nada de voz–, ruido ambiente y ladridos, entre otros.
Los investigadores llevaron a cabo la misma dinámica con un grupo de 22 voluntarios, quienes también fueron sometidos a escáneres cerebrales mientras escuchaban estos sonidos.
Se encontró que la misma área cerebral en humanos y en los animales se activó cuando ambos escucharon voces humanas. A decir de Andics, la ubicación de la región donde se apreció la actividad en el cerebro de los perros fue “muy similar” al lugar donde se encontró la misma en el cerebro humano.
Aunque a respuesta de los perros fue más pronunciada cuando escucharon los sonidos de otros canes.
“Sabemos muy bien que los perros son muy buenos para sintonizarse con los sentimientos de sus dueños, y sabemos que un buen dueño de un perro puede detectar los cambios emocionales en sus perro, pero ahora comenzamos a entender el porqué de esto”.