Los pendientes de la infraestructura cultural del Tren Maya

El presidente ya dio el banderazo de salida del tren, aunque hay tramos que no están listos. El INAH también tiene espacios pendientes por abrir, como el Museo de Sitio en Chichén Itzá y la zona arqueológica de Ichkabal, en Quintana Roo
Abida Ventura Abida Ventura Publicado el
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Uno de los temas culturales más sonados de este año ha sido el salvamento arqueológico y la construcción de nueva infraestructura cultural en la ruta del Tren Maya, inaugurado parcialmente por el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 15 de diciembre.

Junto a la apertura de los tramos pendientes, también falta inaugurar nuevos museos, como el de sitio en Chichén Itzá, y  zonas arqueológicas, como Ichkabal, que prevé estar lista hasta la segunda mitad de 2024.

Además de la construcción y adaptación de nuevos espacios culturales, la obra prioritaria de este sexenio ha involucrado el rescate de miles de vestigios arqueológicos que se han ido encontrando a lo largo de mil 500 kilómetros en la Península de Yucatán, lo cual ha sido cuestionado por activistas y espeleólogos de la zona, quienes han acusado destrucción en algunos sitios, principalmente en el sistema de cuevas inundadas que corre bajo el subsuelo de esa región.

En contraste, la Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dicen que la protección de los vestigios ha sido prioridad y que el proyecto se ha convertido en una valiosa fuente de información arqueológica, además de ser una oportunidad para mejorar la infraestructura cultural en toda la zona maya.

Para todo esto, el INAH ha tenido un presupuesto de 2 mil 184 millones 360 mil pesos asignados al Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) para habilitar museos y sitios arqueológicos a visitas masivas; y otros 248 millones de pesos para salvamento.

Sin embargo, una vez concluida la obra del Tren Maya -prevista ahora para febrero de 2024-, el instituto deberá enfrentar el reto de operar toda esa nueva infraestructura, así como concluir proyectos de investigación y conservación en sitios arqueológicos que no alcanzarán a estar listos en los próximos tres meses.

“Las tareas de mejoramiento de zonas arqueológicas tienen presupuesto solo para este año, después nos van a tener que refaccionar presupuesto para operarlas”, declaró en entrevista con Reporte Índigo Diego Prieto, director del INAH, en marzo de este año.

Si bien el instituto ha sido el más beneficiado con el presupuesto asignado al sector cultural para 2024 (8,006 millones, 560 mil pesos, lo cual representa un aumento de 60% con respecto al año anterior), algunos de sus investigadores han cuestionado que esos recursos sean para culminar pendientes relacionados al tren, cuando hay otras áreas que requieren atención

Los museos en espera

Aunque el tren hizo ya su primeros recorridos en el Tramo de San Francisco de Campeche al Aeropuerto de Cancún, hay museos y sitios arqueológicos que aún no están abiertos.

Con el programa Promeza se planteó mejorar 29 zonas arqueológicas extendidas a lo largo de la Península, construir Centros de Atención a Visitantes (Catvi) en 10 lugares, abrir un nuevo sitio prehispánico y un corredor ecoarqueológico, así como la construcción de dos nuevos museos.

Aunque algunas obras de mejoramiento o ampliación de sitios están listos, la apertura de los nuevos museos sigue pendiente.  Es el caso del Museo de Sitio en Chichén Itzá, que se ha considerado como una obra significativa debido a que, a pesar de ser una de las zonas más visitadas del país, no contaba con un espacio de este tipo.

Según la oficina de prensa del instituto, abrirá en las próximas semanas.

Lo que sí ya está disponible para ser visitado es Chichén Viejo o el conjunto Serie Inicial, una “pequeña ciudad” al sur del área central del sitio que había sido investigada durante 30 años, pero no estaba habilitada para recibir al público. Fue hasta ahora que el INAH obtuvo recursos para consolidar estructuras y adaptar el espacio para recibir visitas.

Ahí en Yucatán también ya se abrió al público una nueva sección en  Uxmal, conocida como El Palomar, integrada por un templo piramidal y dos edificios laterales.

El otro nuevo recinto pendiente es el Museo Arqueológico del Puuc, que se construye en la zona Arqueológica de Kabah, Yucatán.

Además, será el próximo año cuando se abra la nueva zona arqueológica en Quintana Roo. Se trata de Ichkabal, en el conocido pueblo de Bacalar.

Esta antigua ciudad maya es de los vestigios monumentales más antiguos de esta civilización que se conocen hasta ahora. Su acrópolis tiene estructuras que superan los 45 metros, las cuales se pueden distinguir incluso por encima de la selva.

El sitio, que se remonta a unos 400 años a.C., fue la cuna de la dinastía Canul, la cual extendió su poderío hasta Tikal, en Guatemala. En 1994 el arqueólogo Enrique Nalda lo descubrió y ha sido investigado desde entonces, pero no está abierto al público.

En marzo, Diego Prieto aseguró que debido a la complejidad de los trabajos de investigación, conservación y adaptación para su visita, el sitio podrá estar listo hasta agosto de 2024.

Los hallazgos más relevantes

Según el INAH, gracias al salvamento y los trabajos de investigación y conservación en diversos sitios este año se registraron numerosos hallazgos que están contribuyendo a la comprensión de la cultura maya.

Entre ellos destaca una imagen tallada en piedra de un personaje con un faldón decorado con huesos y en cuya mano sostiene la cabellera de un cautivo.  El hallazgo fue reportado en marzo en la Zona Arqueológica de Ek’ Balam, Yucatán.

En Palenque, Chiapas, se encontró un espacio mortuorio con un entierro primario completo y otro secundario acompañado por una ofrenda de tres platos cerámicos y un nicho con figurillas de piedra verde.

También en la zona arqueológica de Moral-Reforma, en Tabasco, investigadores pudieron estudiar 13 entierros humanos asociados con un templo antiguo, confirmando que algunos de ellos fueron decapitados y ofrendados de forma ritual.

Dos conjuntos habitacionales en Kabah, Yucatán; una estructura circular consagrada al dios del viento, Kukulcán, en El Tigre, en Campeche, así como una cueva con depósitos mortuorios en Tulum, Quintana Roo, son otros de los descubrimientos reportados este año.

Hallazgos en cifras

Hasta el 14 de diciembre el INAH reporta haber encontrado:

  • 58 mil 657 bienes inmuebles, cimientos, albarradas y basamentos prehispánicos
  • Mil 946 bienes muebles, como vasijas de cerámica
  • Más de un millón 400 tiestos
  • 699 osamentas humanas
  • 2 mil 252 rasgos naturales asociados a asentamientos humanos antiguos
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