Shudu Gram la top model del momento que arrasa en Instagram posee una simetría facial casi perfecta, probablemente mide más de un metro ochenta de altura, su delgadez no sacrifica las proporciones ideales de sus curvas y sin importar el ángulo en el que la mires siempre será fotogénica, pero nunca verás a la diosa de ébano en un desfile de moda pues características tan perfectas sólo pueden pertenecer a la animación computarizada de lo que se hace llamar la primera supermodelo digital del mundo.
Los parámetros de belleza establecidos por la industria de la moda son cada vez más difíciles de alcanzar para las mujeres “reales”, pues la comparación con otros humanos a quedado obsoleta en una era digital en a que la mujer más bella del mundo es una imagen computarizada creada por el fotógrafo británico Cameron James Wilson que ha trabajado por más de una década en el mundo de la moda.
En los década de 1990 Linda Evangelista, Naomi Campbell y Claudia Schiffer se ganaban el título de “supermodelos” con su personalidad, belleza y talento que dejaban ver en las pasarelas de las grandes firmas de alta costura; sin embargo en la actualidad las top models construyen sus carreras en redes sociales antes de pisar una pasarela.
De acuerdo a Daily Mail la mitad de sus seguidores no sabían que Shudu no era una mujer real, pues cuando debutó en Instagram en abril de 2017, su biografía sólo contaba con la leyenda “Who is she?”. Con más de 66 mil seguidores en la red social que la vio nacer Shudu Gram aún se encuentra lejos de superar a top models humanas como Gigi Hadid, Kendall Jenner y Karlie Kloss que cuentan con millones de adeptos, aunque definitivamente ha comenzado a llamar la atención de marcas como Fenty Beauty que apuestan por emplear todas las herramientas tecnológicas para generar una conexión con clientes potenciales.
De acuerdo a estudios de Lord Abbett, Statista estimates y Bank of America para 2020 el mercado de la inteligencia artificial registrará ingresos por 19 mil millones de dólares, por lo que Shudu Gram sólo es un indicio de lo que traerá el futuro y de como este tipo de tecnología comenzará a establecer nuevos paradigmas, que influenciarán la percepción que los humanos tenemos de nuestra realidad, de manera que una animación en 3D se convertirá prácticamente en una deidad a adorar pues no habrá humanos que se acerquen a tal perfección virtual.