A esta conclusión llegaron los psicólogos Stuart Ritchie y Timothy Bates, de la Universidad de Edimburgo, luego de analizar datos del Estudio Nacional de Desarrollo Infantil en el que más de 17 mil personas en Inglaterra, Escocia y Gales fueron monitoreadas durante un período de 50 años, desde su fecha de nacimiento hasta la actualidad.
Los investigadores encontraron que las capacidades matemáticas y de lectura a la edad de siete años estaban vinculadas con un aumento en el nivel socioeconómico. Los niños que destacaron en estas habilidades tuvieron mayores ingresos, mejores viviendas y empleos al paso de 35 años.
El hecho de haber avanzado un nivel en la capacidad de lectura a los siete años, por ejemplo, estuvo asociado a un aumento en ingresos de aproximadamente 7 mil 750 dólares a la edad de 42 años.
En el estudio, publicado en mayo de este año en Psychological Science, los especialistas aclaran que estas asociaciones a largo plazo se mantuvieron incluso después de tomar en cuenta otros factores, como clase social y ocupación de los padres.
“Estos resultados indican que las capacidades básicas de la infancia son claves a lo largo de la vida, independientemente de qué tan inteligente seas, el tiempo que dediques a la escuela, o la clase social en la que hayas crecido”.
Ritchie y Bates señalan que los genes podrían jugar un rol fundamental para explicar el vínculo entre la capacidad matemática y de lectura en la infancia, y el estatus socioeconómico en la edad adulta.