Los militares, la otra cara del Cervantino

Helicópteros, patrullas y camiones militares recorren por orden del municipio todo el centro de la ciudad de Guanajuato, desde la mañana hasta la madrugada; las calles y avenidas principales que conectan los recintos donde el Festival Internacional Cervantino se ha realizado durante su medio siglo de existencia son parte de la “fiesta del espíritu”.

Turistas, transeúntes, guanajuatenses y policías son parte de la vista que se puede presenciar este 2022, quienes por cierto, mayormente ya caminan sin cubrebocas tanto fuera como dentro de los espacios cerrados; todos conviviendo, siendo parte de la masa que trata de caminar por calles abarrotadas desde la inauguración del FIC, el pasado 12 de octubre.

Desde entonces la marea de personas no ha bajado su intensidad, especialmente en la calle de Sopena, sobre la cual se ubica el Teatro Juárez y el Jardín Unión.

Una cuadrilla de policías ubicada cerca del Callejón del Beso explica a Reporte Índigo que su orden es resguardar el bienestar de la ciudadanía, especialmente, durante los eventos masivos del Cervantino; no obstante, se les puede ver a todas horas. Helicópteros sobrevolando entre los recintos al grado de que su sonido se filtra en los recintos como el Teatro Cervantes.

Desde el aire hasta la tierra, cerca de 300 elementos se mezclan a diario con civiles y gente que radica en la antigua ciudad minera. Es el caso de Tania Preciado, una joven, quien llegó de la Ciudad de México a Guanajuato desde hace cuatro años, pues, confiesa, fue tanto su “enamoramiento” por la ciudad y su cultura que decidió quedarse a vivir.

Tania platica que el ambiente de 2019 a 2022 cambió drásticamente. Mucho tiene que ver con los cuerpos militares.

“Es muy raro, no es como era antes el Cervantino, he visto varios policías en las calles, demasiados, caminas y te preguntan ‘¿qué traes ahí? ¿Son bebidas alcohólicas? Entiendo que quieran reforzar la seguridad, pero los militares están siempre alrededor con sus armas en mano, a mí se me hace de mal gusto eso. Yo no estoy a favor, me siento rara, me intimida.

Los cambios que ha vivido la ciudad fueron parte de sus motivos para hacer de Guanajuato su hogar, como el convertirse en un epicentro artístico gracias al Cervantino; sin embargo, ella cree que, aunque se han ido recuperando un poco debido a la pandemia, sí nota al festival “más apagado”.

“Trajeron buenas obras y conciertos, creo que hay áreas donde se mejoró la organización, pusieron la fila virtual para poner boletos a tu nombre, pero, por ejemplo, mi experiencia con Café Tacvba no fue la más grata, aunque nos formamos con una hora de anticipación nos dejaron afuera. Preguntamos a los organizadores por qué Protección Civil tomó esa medida; fue desesperante, incluso, en ese jaloneo una chica se lastimó y a mí me quitaron la sudadera”, relata la joven.

Una experiencia con contrastes, pues mientras cientos de familias se dieron cita para disfrutar de sus vacaciones o de la experiencia cervantina, los militares han sido una constante. Como la familia Téllez, madre e hija, quienes viajaron desde Tijuana para disfrutar, por primera vez, del FIC.

“Nos parece desafortunado, porque lejos de verlos y sentirme cómoda es imponente cruzar y verlos con sus armas, sí nos inquieta mucho; es un choque, porque venimos a disfrutar, conocer”, relatan.

Por su parte, Fabiola y Cristal son dos amigas que llegaron el 19 de octubre desde California, Estados Unidos. Para ellas está bien que en todo momento estén presentes las fuerzas policiales.

“No nos dan miedo los policías, yo me siento segura al caminar por las calles, somos dos mujeres y nos gusta salir de noche, entonces, si es por seguridad está bien”, comentaron.

De acuerdo con la página oficial de Guanajuato, en total, mil 359 elementos y 140 unidades estarán durante el Cervantino.

Por orden del municipio de Guanajuato los policías pondrán mayor énfasis en los conciertos como próximamente el de Joan Manuel Serrat y el del cierre del cervantino con Caifanes.

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