Los humanos viven entre el miedo y el amor
La obra de teatro Los Humanos reflexiona sobre las relaciones familiares, el choque generacional, el miedo a perder a un ser querido y la falta de dinero. Su director, Diego del Río, explica cuál es la intención de este montaje
Sergio Iván GonzálezEl Foro Shakespeare se transforma en el nuevo departamento de Bere y Rich, una pareja que busca un nuevo inicio en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Para celebrar Navidad, invitan a la familia de BereBere que vive en Irapuato para cenar juntos.
Así, en una sola escena en tiempo real, la obra de teatro Los Humanos muestra la dinámica de una familia de clase media que hará que el público viva una especie de montaña rusa de emociones, que va desde el miedo, a la euforia, pasando por la locura y el enojo, sin dejar de sentir el amor que, en teoría, une a una familia.
El camino de este texto para llegar a escena no fue fácil. Al principio, el equipo creativo no encontraba quién financiara el proyecto; después, cuando habían decidido hacerlo de manera independiente, llegó la pandemia y lo paralizó todo; sin embargo, se logró y la obra de teatro está en temporada.
“Tuve claro desde que leí la obra que lo que más me interesaba era la construcción de la dinámica familiar, que era lo más difícil de crear para que se viera verosímil ante los espectadores; por lo tanto, es una obra que sucede toda en tiempo real en una gran escena naturalista”, explica Diego del Río, productor y director de Los Humanos.
Para él, era importante construir una economía de objetos de utilería y generar de manera clara el espacio frente a los ojos del espectador para entrar en una concentración profunda con el trabajo de los actores.
“Es una obra que interviene un poco la arquitectura del Foro Shakespeare para narrar lo que el autor planeta de los dos pisos del departamento donde sucede la historia, pero juega un poco al permitirle al espectador el completar con su imaginario lo que los personajes están viendo y concentrar todo su foco de atención en sus miradas, en sus voces, en sus relacione y en sus cuerpos”, describe el director.
En escena es posible ver cómo los actores se apropian del espacio. Suben y bajan escaleras, haciendo que el público sienta que está dentro de un departamento de dos pisos.
El choque generacional, el miedo a ver envejecer a los padres, a perder a un ser querido por enfermedad, la falta de dinero y el profundo amor que, más allá de los retos cotidianos, vence todas las adversidades, son algunos de los temas que toca la obra.
“La historia está regida, principalmente, por dos sentimientos: uno es el miedo, a perder al otro, a que la familia se despegue y el terror colectivo, que en la adaptación se hizo sobre la memoria que tenemos de los sismos. Por otro lado, es el amor y los vínculos, el amor no es una manera cursi, sino en la manera más compleja y profunda”, explica Del Río.
En Los Humanos se ve cómo el amor sí duele, así que, muchas veces, es mejor soltar, poner límites, y separarse.
Se unen padre e hijo en Los humanos
Después de 30 años de ausencia en la actuación, José del Río regresa a los escenarios para interpretar al papá de Bere. En la vida real, el actor es padre de Diego del Río, lo que hace que Los Humanos sea muy significativa para los dos.
“Es una experiencia sui géneris y única, no se parece a nada, es la experiencia más hermosa que he vivido en mi vida. Nos encontramos en el escenario con un profesionalismo y dispuestos a aprender. Fue maravillosos”, comparte Diego.
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