Los “Guajolotes salvajes”, una farsa sobre la condición humana

La obra Guajolotes salvajes llega a México bajo la dirección de Enrique Singer, quien comparte que se trata de una comedia que habla sobre la condición humana y las relaciones entre hermanos
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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Christopher Ferdinand Durang es un dramaturgo estadounidense conocido por sus obras de comedia escandalosa y, a menudo, absurda, en las que lleva al límite a sus personajes, por las circunstancias más catastróficas para luego presentarlas de una manera que es divertida.

Su pieza Guajolotes salvajes no es la excepción. Ganadora de múltiples premios, entre ellos el Tony a mejor obra del año, el montaje se presentará, por primera vez, en castellano y contará con el elenco integrado por Margarita Gralia, Roberto Blandón, Raquel Garza, Beatriz Moreno, Sergio Lozano y Alexa Martín, bajo la dirección de Enrique Singer.

“Es la primera vez que se hace en México gracias a la adaptación de María Renée Prudencio, la cual me gusta mucho, porque se vuelve más hacía la parodia, al sarcasmo y, por lo tanto, es más divertida. Sucede en Estados Unidos, pero es una obra que se puede y se debe transportar”, explica Singer a Reporte Índigo.

En palabras del director, el trabajo de Prudencio fue muy atinado, pues conserva la esencia de la pieza original, pero se adecua a la idiosincrasia mexicana.

La pieza gira en torno a la vida de las hermanas Vania, Sonia y Masha. Las dos primeras viven en Cholula, donde permanecieron al cuidado de sus padres hasta que fallecieron, y de la casa familiar que es sostenida económicamente por Masha, una estrella televisiva.

Un día Masha aparece en Cholula para avisarles a sus hermanas que va a vender el inmueble, por lo que tendrán que abandonarlo.  Estos son algunos de los ingredientes que conforman la historia, que hace, además, una aguda crítica al mundo del espectáculo.

“Creo que la esencia está completita, pero se hacen adaptaciones como, por ejemplo, en la original hay un juego con el cine norteamericano y en México, lo que hizo María Renée fue traerla al mundo de las telenovelas mexicanas. El personaje central es Masha, una actriz de televisión que interpreta Margarita Gralia; fuera de eso, la historia es la misma”, explica el director.

Los guajolotes salvajes, además de tener referencias a piezas de Chejov, alude al teatro griego, a Shakespeare, al mundo televisivo, cinematográfico y teatral; a las revistas de chismes de espectáculos, al glamur de las alfombras rojas y a “la hoguera de vanidades que es la farándula”.

Sin embargo, para Enrique Singer, la obra también provoca una serie de reflexiones en torno al ser, a preguntarse lo que define al ser humano, si son sus acciones, su carrera o si hay algo más.

“Creo que acaba siendo una reflexión sobre el amor y de la importancia que tienen las relaciones filiales y amorosas entre los hermanos. Es una crítica a ese mundo de oropel, pero también es la búsqueda de sí mismo, de quiénes somos, cuál es nuestro papel y cómo nos dejamos influir por la propia imagen.

“Por lo que hacemos una invitación a dejarnos sorprender por la vida, a ser más generosos y abiertos para aceptarnos a nosotros mismos; tiene que ver con la tolerancia y con la búsqueda de nuestra verdadera personalidad”, reflexiona Singer.

“Vengan a divertirse viendo un pedazo de cómo es la vida, gozando con nosotros la búsqueda de la condición humana, de una manera desparpajada”
Enrique SingerDirector

Su aprendizaje desde la comedia Guajolotes Salvajes

Esta obra es de los primeros acercamientos de Enrique Singer a la comedia, por lo que llevarla a escena representó un gran reto.

“Por lo general he dirigido dramas, obras más serias y esta es una comedia muy fina, eso implica un oficio que me encanta estar transitando. La comedia es un género muy difícil, porque deambula entre el realismo y un mundo más fantástico, implica un tono, una manera más fina de hacer las cosas, pero tampoco ser una pieza solemne; encontrar el punto medio es lo más complicado, por más años que tenga, sigo aprendiendo”, indica.

Toma Nota

La puesta se escenificará los viernes, a las 21:15 horas; sábados, 18:00 y 20:30 horas, y domingo, a las 16:30 y 19:00 horas, a partir del 1 de septiembre en el teatro Ignacio López Tarso del Centro Cultural San Ángel.

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